Cuando la pandemia llegó a México, las medidas dictadas por el subsecretario de Salud, HUGO LÓPEZ-GATTEL RAMÍREZ, para contenerla, no fueron las adecuadas, según expertos.
Además de ser tardías, fueron muy “light”. Mientras la pandemia mataba a personas por miles en decenas de países, ya fueran de primer mundo o emergentes, en México LÓPEZ-GATTEL desdeñaban el uso del cubrebocas, ¿lo recuerda?
Por muchos meses o casi por un año, el Subsecretario de Salud fue el “villano favorito” de todos. A quien se le culpaba de que no se podía controlar la pandemia.
Hoy a casi año y medio de que se presentó el primer caso en México, en febrero del 2020, en un hombre que regresó de un viaje en Italia, no hay razón para seguir culpando al Gobierno o los gobiernos de que la pandemia no cede.
La realidad es simple: El Covid-19 no se ha ido y nosotros, como sociedad, no queremos que se vaya. Además las variantes están brotando y Tamaulipas es uno de los estados en donde la pandemia agarró fuerza otra vez.
En nuestro estado, de forma diaria, se presentan hasta 230 casos y las muertes siguen reportándose también. Se ha querido culpar a las recientes campañas electorales.
Aquí sólo hay dos razones para que esta pandemia siga viva: (1) Las autoridades sanitarias todavía (a estas alturas) no conocen cómo se contagia este virus y por tanto las medidas para contenerlas no son muy efectivas o…
(2) Nosotros, como sociedad, no estamos realmente atendiendo todas las medidas sanitarias para contener el contagio, incluidas las personas que estamos vacunados… Punto y aparte.
Puede ser la opción uno, la dos o ambas. Pero esto es lo que realmente está provocando que los contagios lejos de ceder aumenten y por cómo se está dando esta nueva ola, las cosas no pintan bien para todos; sí, para todos.
Hace apenas unos días, la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris), alertaba del aumento de fiestas clandestinas, a donde cerca de dos centenares de personas acuden.
Las fiestas no son familiares, como se ha pretendido “vender”. Son reuniones donde van a liberar el estrés, tomar la copa y bailar, según lo consigna la Coepris.
Esas 200 personas reunidas, sin cubrebocas, desdeñando las medidas sanitarias de la sana distancia, se intercambian el virus que después es diseminado sin reserva, ¿me equivoco…?
La semana pasada, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), MARIO FLORES PEDRAZA, acusaba que quienes pagaban los “platos rotos” de la irresponsabilidad social eran el comercio y es cierto.
Además, el líder del comercio ambulante, PAULINO CORTES, salió a las calles con sus representados a repartir cubrebocas por la zona comercial de la Capital.
Acusan a la población de que “les vale” el coronavirus, aunque el real motivo de repartir este insumo médico es el temor del comercio ambulante de que les vuelvan a cerrar su fuente de ingresos, su forma de vida pues.
El propio gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, durante una visita en el municipio de Ciudad Madero, señaló que ya no se podría frenar el desarrollo tras año y medio de vivir con la pandemia. El Mandatario advertía que todos ya sabemos qué debemos hacer para evitar que los contagios aumenten.
Por desgracia, aunque como sociedad conozcamos las medidas, simplemente no las aplicamos o no las seguimos de forma correcta y el aumento en el número de contagios lo evidencia.
Los grandes municipios como Ciudad Victoria, Nuevo Laredo, Reynosa, Tampico entre otros; están empezando a sentir un aumento significativo de contagios.
Allí tiene por ejemplo la alerta que este miércoles emitió el alcalde de Tampico, JESÚS NÁDER, hizo al detallar que la ocupación de camas en hospitales ronda entre el 30 y 50 por ciento en la zona sur; cuando la ciudad porteña fue por muchas semanas un municipio con poca incidencia.
Allí cerca de Tampico, en Ciudad Madero, el alcalde ADRIÁN OSEGUERA detalló que playa Miramar no se cerrará, porque el comercio ya no soporta otro cierre.
Y no, sus palabras no las dijo a la ligera. Tiene razón el Alcalde maderense, pues él mismo tomó las palabras del Gobernador de Tamaulipas, para decir que a un año y medio de la pandemia todos sabemos lo que debemos hacer para evitar los contagios; lamentablemente no lo hacemos como sociedad.
En Nuevo Laredo, el alcalde ARTURO SANMIGUEL CANTÚ, también advertía que el número de contagios que se reportaban iba en aumento y convocaba a la población a respetar las medidas sanitarias.
¿Pero qué cree…? La gente trae el cubrebocas de adorno o no lo trae; así que pensar en la sana distancia o el uso de gel antibacterial o no salir de los hogares a menos que sea necesario, es prácticamente una ilusión.
La vacunación avanza, es cierto, pero las sospechas de que el biológico CanSino contra el patógeno de Covid-19, entre otras vacunas que no son lo suficientemente efectivos, ya encendió las alarmas.
Ante ello, el secretario general de la Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, RIGOBERTO GUEVARA VÁZQUEZ, llamó a mantener la calma y a confiar en las autoridades sanitarias.
¿Por qué dijo lo anterior…? Porque la vacuna CanSino fue la que se empleó para inmunizar a los trabajadores de la educación y a pesar de ello se ha reportado que maestros se han contagiado.
Otra que también abordó el tema de los contagios fue la regidora del Cabildo de Victoria, ITZCALLI ANSURES SILVA, quien reconoció la importancia de regresar a las clases presenciales.
Sólo que la Regidora detalla que en este momento las condiciones no son las óptimas en la capital para regresar en un futuro cercano, es decir para agosto, cuando inicia el ciclo escolar.
Duro paquete tienen las autoridades con los decretos, pues es imposible frenar los contagios cuando la población simplemente no hace caso al grado que ni por la propia salud se preocupan.
Y más difícil tratar de frenar la movilidad, optando por cerrar los comercios no esenciales cuando esos comercios no esenciales son demasiado esenciales para mantener empleos y circulantes que permitan llevar el alimento a la mesa.
Lo más grave es que uno de los fenómenos sociales que se ha potenciado a la par con este aumento en el número de contagios, aunque no es justificable, son los delitos del fueron común.
No se trata de tomar a la necesidad como un justificante para delinquir, pero vale reconocer que a un año y medio de la pandemia las oportunidades de empleo o para mantener el comercio o una empresa han disminuido.
Lo anterior es uno de los factores (insisto, no se justifica) para que las incidencia delictiva como robo a casas-habitación, a transeúntes y hasta al transporte público vaya en aumento.
México, un país con más de 235 mil muertes por Covid-19, que vio mermada su economía y que sufre los estragos de una violencia heredada que no ha sido resuelta (y no se ven ánimos de hacerlo), está viviendo una tercera ola de contagios.
Lo anterior anticipa, de botepronto, que a pesar de que estamos vacunados, la necedad de la sociedad no permitirá que el Covid-19 ceda y, para colmo, que podría venir lo peor… Ojalá y no… Pendientes…
Gracias… Nos leemos hasta mañana
Comentarios a: letrasprohibidas2011@hotmail.com