De la pandemia se desprende que se necesita sistemas de salud capaces de satisfacer las necesidades de su población sin comprometer su capacidad para enfrentar una crisis. La atención médica basada en datos establece el camino.

Estos datos identifican poblaciones en riesgo y garantizan exámenes de detección tempranos. Es la esencia de este enfoque para mejorar la vida de las personas de manera sostenible. Las enfermedades no transmisibles son una carga para personas, sistemas de salud y economías de países, tenerterapéuticas innovadoras para diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares, es crucial. La innovación hace que los beneficios de los tratamientos lleguen a todas las personas que los necesitan, reto más grande que enfrentan los encargados de formular políticas de salud.

Pancreatic Cancer Action, considera que la genómica en tumores ampliará opciones de tratamiento, siempre y cuando los sistemas de salud sean capaces de ofrecerlas de rutinaria. La legislación es decisiva para encontrar un modelo de financiamiento sostenible que permita la cobertura universal de salud y se destinan recursos para innovación. La Federación Internacional de Asociaciones y Fabricantes de Productos Farmacéuticos (IFPMA), ve futuro promisorio en áreas terapéuticas para enfermedades cardiovasculares y cáncer, con inmunoterapia o la terapia con células CAR-T.

La tuberculosis, infección bacteriana, afecta principalmente a los pulmones, se transmite de persona a persona a través del aire. Según datos OMS, de 10 millones de personas que se enfermaron de tuberculosis en 2019, medio millón desarrolló resistencia a rifampicina, antibiótico de primera línea usado para tratarla. Estas formas multirresistentes son crisis en salud pública, pues al no responder a tratamientos de primera línea, limitan opciones de los pacientes.

La OMS desarrolló el Catálogo de Mutaciones, más de 17 mil mutaciones, frecuencia y asociación con la resistencia a fármacos de primera y segunda línea, al analizar secuenciación del genoma y pruebas de susceptibilidad a fármacos, en más de 40 países, para 13 medicamentos antituberculosos.

El catálogo ayuda a médicos, investigadores y personal de servicios de salud a rastrear mutaciones e identificar qué medicamentos necesita un paciente. Facilita el desarrollo de nuevas pruebas para determinar si un paciente tiene infección resistente a medicamentos y necesita tratamiento alternativo. A la par, la industria biofarmacéutica continúa en la búsqueda de mecanismos de acción contra la tuberculosis para acortar el curso del tratamiento y mejorar la eficacia, seguridad y tolerabilidad de los nuevos medicamentos.