“El talento se educa en la calma y el carácter en la tempestad”, dice una frase de Johann Wolfgang Goethe.

Ojo, dentro de la desgracia en materia de salud -y no se diga económica- que ha traído consigo la pandemia, también esta tempestad nos brinda la oportunidad de educar nuestro carácter y ‘sacar la casta’, como suele decirse en términos futboleros.

Y es que, es en las grandes dificultades yacen ocultas pero latentes las oportunidades, solo hay que escuchar bien, y actuar. Estoy seguro que pronto superaremos esto juntos, como lo estamos haciendo.

Ayer, leí un tuit de Jared Borgetti, histórico goleador mexicano, hace alusión a que han pasado 18 años desde que un 13 de junio de 2002 metió un golazo contra Italia en el torneo Mundial de fútbol en Corea/Japón.

Se preguntarán y, hacen bien, qué tiene que ver esto con la pandemia, y les contesto dos cosas.

La primera, que ya casi volvemos a la “normalidad” y volveremos a vibrar, pero por lo pronto como han recomendado las autoridades de salud hay que estar alertas y seguir siendo preventivos -máxime que las cifras de contagios en el país siguen su curso-.

Y, la otra, que ojalá en 18 años, si es que Dios aún nos permite tener vida en 2038, podamos recordar todo esto sí como un trago amargo, lleno de dolor (sobre todo aquellos quienes han perdido seres queridos), pero también como la época de tempestades que permitió educar nuestro carácter y ser mejores personas, más fuertes, más generosos y más humanos.

“Carácter es destino” dice Heráclito; Corazón y fe, dice el abogado amigo…