Ni la magia de la navidad y del año nuevo pudo cambiar el estado de cosas en Tamaulipas pues la violencia brincó del 2019 al 2020, con la misma impunidad que le ha permitido enseñorearse en regiones, donde la gobernabilidad brilla por su ausencia.
Hablamos de Nuevo Laredo. Del 31 de diciembre al 2 de enero, no han dejado de suscitarse enfrentamientos entre delincuentes y policías estatales, con un salto preliminar de entre 4 y 11 personas fallecidas.
Los datos son extraoficiales pues los obtuvimos de redes sociales debido a que la vocería oficial permanece muda y algunos trascendidos atribuidos a Luis Alberto Rodríguez refieren el cuento chino que se trata de consecuencias de operativos policiacos.
Otras dos piadosas mentiras gubernamentales son de que los vientos del cambio consiguieron hacer descender los delitos y que están en el semáforo verde, y que “vamos ganando la batalla”.
Desde algún lugar del mundo donde Francisco García Cabeza de Vaca permanece de vacaciones, ordenó retuittar (repetir un tuiter) con su aviso de que “no bajará la guardia y seguirá actuando en su contra”.
El terror y la incertidumbre volvieron a hacer presa de los neolarendenses durante esas jornadas de violencia, con ataques a patrullas policiacas, a vehículos particulares, negocios, el hospital San José y un hotel que sirve de cuartel a los uniformados.
El sheriff de Laredo, Texas, subió a redes sociales una dramática petición a sus paisanos para que no crucen a Nuevo Laredo por el riesgo de caer muertos por una bala perdida o un bombazo.
También la embajada estadounidense en territorio tamaulipeco ordenó a todo su personal ponerse a salvo. Un número indeterminado de fallecidos son personas inocentes, daño colateral.
Otra vez volvieron a alzarse las voces, unas anónimas y otras con nombres y apellidos, que pidieron a Cabeza y al presidente municipal Enrique Rivas Cuéllar, presentar de una buena vez sus renuncias, en vista de que no pueden hacer su trabajo oficial.
En su desesperación, Enrique ordenó pagar en la prensa notas del martes 17 de diciembre, cuando el Secretario de Turismo Miguel Torruco visitó Nuevo Laredo y habló cosas bonitas de la ciudad.
El muy inocente edil quiere usar esa distracción para “tapar” el reguero de sangre que ensucia a todo el territorio donde él cobra como primera autoridad.
Cabeza de Vaca está peor. Su oficina de tucos distribuyó boletines donde asegura que Tamaulipas dejó de ser tierra de nadie y cita como fuente, al secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Tenemos a la mano las estadísticas y los mapas delictivos elaborados por esa dependencia, de enero a noviembre de 2019, donde Tamaulipas aparece con números muy lamentables.
Nomás en noviembre, nuestro Estado registró un aumento del 3.078 en incidencia delictiva, pero en todo el lapso mencionado de casi un año, Tamaulipas tuvo una tasa de crecimiento en conductas anti-sociales, ¡de 39.620 puntos porcentuales!
Simultáneamente, está en marcha una investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sobre los pagos hechos por la tesorería tamaulipeca a empresas de Genaro García Luna.
El ex Secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón Hinojosa, preso en
Estados Unidos por corrupción y nexos con criminales, vendió a Cabeza de Vaca “servicios de asesoría policiaca” por varios millones de pesos.
Genaro tenía asociados en los Estados y la investigación federal busca establecer quiénes lo representaban en Tamaulipas.
El Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador habló ayer en la conferencia mañanera, de los nuevos episodios de violencia en Tamaulipas y remarcó que primero tienen que “serenar” al país (pacificarlo), antes de poder consolidar la transformación.
De allí la urgencia de “limpiar” la casa para echar del gobierno a quienes traicionaron al pueblo al usar los cargos públicos para enriquecerse escandalosamente, a veces hasta coludiéndose con los infractores de la ley.
Por cierto, los fanáticos que le apuestan al fracaso de la Cuarta Transformación se llevaron un chasco pues se desmoronaron algunas de sus patrañas, las más notorias, que desaparecía el Seguro Popular, que las tarjetas de crédito serían usadas por el SAT en contra de sus tenedores y que la gasolina subiría su precio en cinco pesos.
Por el rumbo de Matamoros, el presidente municipal Mario Alberto López Hernández puso el ejemplo a los contribuyentes del impuesto predial, pues ayer se presentó en la tesorería para cumplir con el pago de este año.
Un grupo de sus colaboradores imitó el gesto de su jefe y desembolsaron billetes para ser de los primeros en estar al día con ese impuesto.
El periodista, escritor, analista, político y motociclista profesional Jorge Alberto Optimus Pérez González, coincidió con ellos en la tesorería municipal, aunque él mismo confesó que el cumplimiento temprano de sus responsabilidades fiscales, es un enseñanza de su señora madre.
El maestro López Hernández invitó a los matamorenses a no demorarse en el pago de su alcabala anual, en el entendido de que su dinero será retribuido en obras y servicios públicos de calidad.
En cambio en Reynosa, la presidenta municipal Maki Ortiz Domínguez anda más preocupada en ponerle alas a su proyecto futurista de convertirse en Gobernadora de Tamaulipas.
Un equipo de expertos en mercadotecnia trabaja en el proyecto de darle imagen y figura de Gobernadora a esta forastera que ha hecho fama y fortuna en Reynosa, y se les ocurrió copiarle el concepto de la campaña usada en su tiempo, por Eugenio Hernández Flores.
Eugenio convirtió a Ciudad Victoria en el corazón de Tamaulipas mediante una exitosa campaña mediática.
Los asesores de Maki diseñaron un logotipo donde la figura central es un escudo desbibujado pues parece ser el que simboliza a Reynosa, pero con pinceladas que se parecen a los del escudo de Tamaulipas, especialmente la parte baja, que semeja al Cerro del Bernal.
A cada lado del escudo pintaron alas de seis ramas o “brazos” de diferentes colores, que podría aludir a la comunidad LGBT pues también son seis. La particularidad del arcoíris de Maki, es que el color azul está disminuido en tamaño, pero lo está todavía más el rojo-marrón, emblemático de MORENA.
Luego aparecen con letras grandes y todas mayúsculas, la palabra REYNOSA, y justo abajo, la frase Las Alas de Tamaulipas. De Tamaulipas, dimensión estatal.
Y como en política no existen las casualidades, algunos maliciosos podrían acusar eventos anticipados de campaña.
Carlos Cantúrosas Villarreal no es funcionario público y se siente en libertad de enviar mensajes cifrados, pero es más cuidadoso o discreto que la presidenta reelecta de Reynosa.
En su mensaje de año nuevo, el ex presidente municipal de Nuevo Laredo habla de momentos dolorosos pero también de perdón y olvido, de dar vuelta a la hoja y de emprender con paso firme, un nuevo comienzo.
Invoca Cantúrosas Villarreal las convicciones, que declara irrenunciables, y se despide con un enigmático ¡hasta pronto!
Mañana trataremos de descifrar otros mensajes.
Cumplen años María Enriqueta Licerio García; Magaly, esposa de Cirilo Mújica Rocha, Esperanza Paredes y Karlita Banda. También el abogado de Ciudad Madero, José Guadalupe González Galván.
Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com