El aplazamiento de la reforma contra el nepotismo en el Senado, hasta el 2030 y no en el 2027 como había propuesto originalmente la presidenta Claudia Sheinbaum, muestra claramente la lucha de fuerzas que viven quienes tienen el poder en México.

Y es que luego del poder hegemónico que ostentó López Obrador como presidente, al más puro estilo priista de antaño, en donde nadie se atrevía ni a corregirlo por error. La realidad de Sheinbaum Pardo es muy diferente.

La desobediencia legislativa de los senadores morenistas y aliados hacia la presidenta es la mejor prueba de ello, reafirmando que la verdadera oposición al Gobierno no está en los partidos políticos antagónicos al oficialismo, sino en el propio Morena, lo que nos da pie a hacer varias reflexiones.

La primera de ellas, es que pese a ser la principal figura política de su partido, la  presidenta no controla el Congreso, es evidente que los liderazgos de Adán Augusto López y Ricardo Monreal, en la Cámara de Senadores y Diputados, respectivamente son los que mandan.

Esto no significa que hagan su voluntad al antojo, pues representan a un movimiento político-social con una visión muy definida, pero sí que pueden atrasar o adelantar propuestas legislativas o en su caso, como en esta ocasión, modificar una iniciativa de acuerdo a su conveniencia.

La segunda, que primero son sus intereses y después los intereses de la gente, pues con el aplazamiento de la reforma contra el nepotismo y la no reelección, abren la puerta para que los senadores Félix Salgado Macedonio, Saúl Monreal Ávila y Ruth González, puedan ser candidatos y suceder en la gubernatura a su hija, hermano y esposo, respectivamente.

La tercera, que es falso que los políticos morenistas no son iguales que sus pares de otros partidos, pues dicen, hacen y toman decisiones iguales a las que toman sus compañeros, muchas sin congruencia o incluso que van contra sus propios valores y principios, para quienes digan que no, ahí tienen el caso de Miguel Ángel Yunes.

Lamentablemente los políticos siempre serán políticos, no importa sin son de color guindo, azul, tricolor o naranja, siempre será más importantes sus necesidades que las de la gente.

Ahora la iniciativa está en la cancha de la Cámara de Diputados, quienes podrían revertir la propuesta aprobada por los Senadores y regresarla a su versión original, de entrar en vigor en el 2027. Sin embargo, no hay que olvidar que el pastor legislativo de los diputados es Ricardo Monreal, por lo que difícilmente la revertirá, pues perjudicaría a su hermano Saúl. Por lo que podemos decir que el nepotismo continuará hasta el 2030.

 

Facebook: AntonioFrausto

Twitter:@AntonioFraustoG

Linkedin: AntonioFrausto

antoniofraustog@gmail.com