El episodio que protagonizan en este momento tres diputadas locales que compitieron electoralmente bajo las siglas del PVEM, y que ahora acaban de cambiarse oficialmente al partido guinda, no sorprendió a nadie, porque todos sabían que efectivamente eran “morenistas” con seudónimo de “verde ecologistas”; siempre se tuvo muy claro que sus votos se sumarían a la fracción mayoritaria del Congreso de Tamaulipas.

Igualito que el PARM en tiempos del PRI, que eran comparsa del Tricolor y bailaban al son que les tocaran. En esa época los parmistas fingían ser otra corriente para recibir principalmente las presidencias municipales que el sistema político le asignaba; con esto se proporcionaba una barnizada de democracia al sistema, esas derrotas anunciadas para el Tricolor, en realidad fue una estrategia que les dio buenos resultados. También les asignaban una que otra curul en el Poder Legislativo, tanto local como federal.

El trío desertor, por no decirle traidor, está conformado por las diputadas Blanca Anzaldúa Nájera ligada a la primera edición del americanismo, de tal manera que amor con amor se paga; mientras que Judith Katalyna Méndez ex novia de uno de los Villarreal Santiago y la tercera, es Isabel Chávez de la que no tenemos más información, es una académica, que de alguna manera debe de ser amiga o pariente del circulo rojo.

El comunicado oficial establece que: “Las diputadas locales que han renunciado al PVEM lo han hecho en un acto de congruencia y lealtad con el pueblo que las eligió. Si bien fueron sigladas por el Partido Verde, lo cierto es que su triunfo en las urnas se debió al respaldo de Morena y de miles de ciudadanos que votaron por la transformación de Tamaulipas”.

Ese es el punto de vista del partido Morena, pero en el nuestro no caben los conceptos de “congruencia” y mucho menos de “lealtad” con los electores en esa decisión. Este tema vuelve a poner sobre la mesa, la necesidad de legislar, para evitar vergonzosos Chapulineos.

Como dijo el clásico, que no vengan con que la ley es la ley, será la constitucional, pero la moral y las reglas de valores, son otra cosa.

BAJO LA LUPA FINANZAS HEREDADAS POR EL CABECISMO

Hay más de tres mil quinientos procedimientos administrativos que se encuentran bajo la lupa de la Contraloría del Gobierno de Tamaulipas, y representan los resultados del compromiso del gobernador Américo Villarreal Anaya por garantizar el debido proceso en las investigaciones sobre el estado que guardan las finanzas que heredó y recibió su administración.

 El procedimiento observa tres diferentes etapas, que son: de investigación, sustanciación y resolución de la propia dependencia aludida. Este panorama dibuja que hay una firme decisión de la actual administración de detectar las anomalías que afectaron al erario y proceder en consecuencia con las sanciones que marcan la ley.

Hasta la fecha se han emitido 83 sanciones a exfuncionarios y personas servidoras públicas del Gobierno del Estado de Tamaulipas; de ellas, 26 corresponden a amonestaciones, tres a suspensiones y 54 a inhabilitaciones.

También tienen detectadas a 21 personas que son motivo de recibir sanciones de inhabilitación por parte de la Contraloría Gubernamental por haber presentado conductas clasificadas en desapego a la normatividad que todo servidor público debe observar en su marco de actuación y bajo el principio de legalidad.

El informe de esa dependencia detalla que 33 exfuncionarios de la pasada administración estatal fueron inhabilitados; de ellos, 19 por no presentar su declaración patrimonial y de intereses al concluir el cargo y 14 por omisión en la declaración patrimonial en la modalidad de modificación.