No entendemos cual es el asunto que hace que algunas instancias oficiales actúen con criterios económicos o políticos, dejando fuera los sociales y humanos: lo que sucede en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado –ISSSTE- es una clara muestra de ello: la deshumanización, falta de compromiso y sentido humano pueden cobrar víctimas en muchos rubros, siendo las enfermedades crónico degenerativas las que tienen un enorme riesgo.

Y es que, quienes realmente están comprometidos con el Juramento de Hipócrates saben que en la medicina es un enorme compromiso en el que muchas veces se debe dejar el bienestar personal para atender el social y comunitario.

Como instituciones oficiales, tienen más compromiso, porque para que una sociedad pueda caminar adecuadamente, requiere cubrir sus necesidades en dos enormes y grandes bastiones fundamentales: salud y educación.

Quien no está educado, difícilmente se concientiza de sus obligaciones, derechos y deberes y no cumple; una clara muestra la vemos en esos que no cambian sus placas y no pagan sus tenencias, o quienes no pagan su predial y hacen caso omiso a la circulación con placas, haciendo de la ilegalidad su modus vivendi.

Pero en salud…

Este rubro debe ser el más importante, el prioritario, y a veces, por criterios políticos mal establecidos tiene esos yerros que causan incapacidades y muertes al por mayor. La diabetes es un claro ejemplo de ello.

Mire usted que no tener en el cuadro básico de medicamentos los nuevos tipos de insulinas que tienen más de 6-8 años en el mercado, y optar por las insulinas NPH y R de antaño como opción terapéutica es no sólo un atentado a la salud, sino a la vida de pacientes que muchas veces requerimos insulinas mejor tratadas.

Y no es por causa de moda, sino de supervivencia,.

En ese sentido, derechohabientes del ISSSTE acuden a su consulta, cuando ya sus padres y algunas instancias los han apoyado para no sufrir, teniendo un infusor de insulina, cuyo mantenimiento es muy costoso, y tienen que buscar la manea de mantenerse sanos, sin complicaciones que llevan a la ceguera, amputaciones, problemas de riñón y del corazón, principalmente.

En el ISSSTE les han reducido la dosis de entrega de insulina que requieren para estar controlados; de por sí, no les dan jeringas, lancetas, no les proporcionan aparatos de control ni muchos insumos. El ISSSTE no ha entendido que si no nos controlamos, nos morimos, y sale más barato pagar estos insumos de autocontrol que internamientos en tercer nivel.

Los niños diabéticos tienen que ir a que les den como limosna un poco de insulina que emplean para su control… y el resto, sus padres tienen que comprarla.

El sector tiene problemas en ese sentido: no se quejan y tratan de buscar tener a sus hijos vivos y sanos, sin embargo, es lo más inhumano que existe: se nota que éstos no tienen familiares enfermos de diabetes o hipertensión, porque no dan importancia al suministro completo y adecuado para pacientes que solamente quieren estar vivos.

¿O es mucho pedir?

El problema es que uno se queja ante cualquier instancia y lo tachan de revoltoso, de rebelde o revolucionario o inconforme: la gente se enoja, pega de gritos, pero el ISSSTE no soluciona y no pasa nada: siguen siendo los inoperantes de siempre.

Por eso la gente se muere al estar mal atendida: casos los hay.

Así que, hagamos votos porque los que dirigen el ISSSTE tengan un trazo de humanismo y atiendan adecuadamente a nuestros niños con diabetes, que exigen un derecho universal, como mexicanos y como hijos de trabajadores asegurados.

No es pedir limosna: es un derecho que debe cumplirse.

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