La tendencia a mentir está arraigada en el humano. En campaña política sabemos que los candidatos mienten y con cinismo lo vemos como posibilidad de cambio, triste perspectiva social de la verdad y realidad; ceguera que impide el cambio que la mayoría dice desear pero que está a la espera que bendita, caiga del cielo, sin su participación activa.

Con AMLO adquiere otra dimensión. Genio para mentir: “otros datos”, cierre a la transparencia, razón y verdad. Otro engaño, sin evidencia ni respaldo, señalar corrupción para desaparecer y cancelar aeropuerto en Texcoco; Seguro Popular, las estancias infantiles, escuelas de tiempo completo, lo que se le ocurra, sin detenidos.

De su boca surge condena o defensa, según convenga. Bartlett es ejemplo. De sus obras de transformación, tren Maya, aeropuerto AIFA, refinería Dos Bocas, ninguna está en operación real. Hasta ahora son tiradero de dinero de los ciudadanos.

El costo económico y social de sus exclamaciones de no verdades y de mentiras es muy elevado. “Abrazos y no balazos”, es impunidad al crimen organizado con 185 mil vidas pérdidas. La pandemia covid-19 se llevó a 848 mil. La falta de atención oportuna y resolutiva en hospitales es casi absoluta pues aún se carece de insumos y de medios para diagnóstico y tratamiento.

En el mundo de “los otros datos”, sin información ni conocimiento, todo es felicidad. Transportan a una realidad que existe en la cabeza de AMLO y de su presidente Sheinbaum, mundo en el cual incidentes y fracasos resultan de conspiraciones y culpa de gobiernos anteriores que “dejaron un tiradero”, que no pueden arreglar, es la excusa perfecta. Somos Roma Imperial. Un Emperador llevado y sostenido por el Ejército romano, hasta que elijan otro Emperador.

La Hora 25: Por ejemplo, la sequía azota al 60% del territorio. Datos del Banco Mundial en México citan: en 1960, la disponibilidad promedio anual de agua per cápita era 10 mil metros cúbicos (m3) y se redujo a 4 mil en 2012. Las estimaciones señalan que será inferior a 3 mil m3 en 2030. La situación hídrica del país es más que compleja y está en estado de abandono.

La presidente Sheinbaum no contempla acciones para resolver esta necesidad básica de salud y bienestar. Su política es dar dinero a migrantes de Venezuela y a los gobiernos de Nicaragua y Cuba. Su prioridad, concluir un imperio autocrático que pronto dejará de representar, a menos que tome decisiones valientes y enfrente a AMLO y a sus aliados muy poderosos.