¿Intentarán retornar en Tamaulipas los viejos brujos?
La pregunta se deriva de la liberación carcelaria de Elba Esther Gordillo Morales, alguna vez dueña del antaño poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Unos años atrás –cuatro, días más, días menos– La “Güera”, como le llamaban algunos, parecía por su solidez el Peñón de Gibraltar. Históricamente, todos los sucesivos dirigentes de la Sección 30, la que reina en nuestro Estado, eran “palomeados” por la entonces dirigente vitalicia del magisterio. Todos también, es obvio, juraban lealtad eterna a la patrona.
También, la inmensa mayoría de esa larga fila de seguidores la “enterró” sin rubor alguno cuando fue enviada a prisión y despojada de su imperio. Algunos callaron, otros se escondieron y hasta hubo quienes la increparon. La naturaleza humana en todo su esplendor.
Insisto en la duda: ¿Tratarán de volver quienes se llamaban elbistas hasta los huesos y luego la olvidaron, ahora que se presume la dama cuenta con la bendición de Andrés Manuel López Obrador?
Habrá muchos en esa tesitura, pero en la percepción de su servidor, sólo dos tienen los argumentos para lograrlo. Uno, por méritos reales, el otro por méritos que podríamos llamar “afectivos”.
El primero es Noé Rodríguez García, dirigente en Tamaulipas del 2004 al 2008.
Noé libró tórridas batallas en varios frentes por Gordillo. Hizo de la frase “La maestra no está sola”, su lema de batalla desde que empezaron a levantar olas contra ella en el sexenio foxista y continuó en esa defensa, ya atrincherado como Presidente del Comité Nacional Electoral del propio SNTE hasta el 2013.
No hay duda, puede reclamar una medalla en ese sentido.
¿Y el segundo?
Es Enrique Meléndez Pérez, también líder sindical en Tamaulipas en la parte final de los noventa. Escaló posiciones gracias al afecto que por él profesaba de manera evidente Elba Esther, quien lo mantuvo a su lado como caballero de compañía por un largo tiempo. No la defendió, tampoco la negó, pero su valor no radica en lo que hizo como dirigente.
No hay más.
Quienes intenten apuntarse no tienen las cartas credenciales para reclamar una mirada. Hicieron lo que creyeron era lo mejor para ellos, porque nunca pensaron que algún día podría regresar “La Maestra”.
Y ahora está tocando a la puerta…

PRI: LO RESCATABLE
La suerte de Sergio Guajardo Maldonado al frente del Partido Revolucionario Institucional en Tamaulipas, está echada.
Desde las bases hasta la dirigencia nacional se da el reclamo, airado en el caso del Estado: Que se vaya.
Sin duda Guajardo merece ser echado. Se prestó a boicotear la última oportunidad que tuvo el PRI de recuperar terreno en el Estado y por comisión de Egidio Torre Cantú cerró la puerta a esa oportunidad. El “broche de oro” fue el papelazo en el proceso electoral recién concluido.
Adiós, don Sergio.
¿Algo que pueda ser rescatado de esa generación tricolor de la ignominia?
En lo personal, me parece que sí.
Vaya un reconocimiento a Jorge Vela, responsable de la comunicación social. En la pobreza casi absoluta, sin apoyo logístico, ha mantenido al PRI vigente en la prensa de todos los órdenes. De ninguna manera es fácil lograrlo en esas condiciones, por lo que su chamba tiene doble valor. Quedó claro que ha trabajado con las uñas, pero también es evidente que tiene amigos.
Suerte en lo que venga, Jorge…

LA FRASE DEL DÍA
“En política no interesa la verdad; lo que cuenta es lo que la gente percibe como verdad…”
Henry Kissinger

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