Previo a la elección más desairada de la historia, la de hoy en Tamaulipas, hay factores que preocupan, uno de ellos tiene que ver con los poderes facticos, que quiérase o no, ahora se dejan ver más que antes, o cuando menos, se mencionan más.

Desde Laredo a Matamoros viajan por las redes sociales historias escabrosas que tienen que ver con quejas soterradas por pagos de cuotas, permisos temporales o licencias en desuso, acompañadas de figuras campiranas, sombrero, cinto piteado y desde luego fusca.

Pero eso no es todo, a 20 días de esa elección un funcionario del INE desaparece dejando huella, pero nadie la sigue, solo se consigna en ciertos lugares la noticia de la desaparición, pero no es hasta que se convierte en nota nacional cuando aparece, vivito y golpeadito.

Si las armas son muy pendejas en manos de peligrosos, imagínese usted lo que es la información veraz y oportuna en manos de fantasiosos.

Según las autoridades estatales, el funcionario del INE se tomó 14 días sabáticos para empinar el codo en una cantina de mala muerte en las orillas de la mancha urbana de Matamoros, afortunadamente le dio por provocar pleito al resbalarse con una cáscara de tequila, eso, permitió a las autoridades localizarlo.

Después de leer las declaraciones del Secretario General de Gobierno, los Consejeros Nacionales del Instituto Nacional Electoral, respiraron tranquilos, un pedo de 14 días, cualquiera se lo avienta, digo considerando las facturas que por bebidas alcohólicas se pasan mensualmente a la tesorería del instituto, no hay nada de que asustarse, aunque definitivamente van a verificar que los golpes en la nariz y los ojos del humilde funcionario no hayan sido causados por la esposa.

Porque no se nos olvide, “El INE no se toca”, y si Lorenzo no se levanta exigiendo justicia para el funcionario y cárcel para la mujer que lo golpeo, entonces estaremos ante un caso muy sonado, si muy sonado, en el que los grandes directivos permiten la defensa del instituto por parte de la sociedad civil, pero ellos no son capaces de exigir lo mismo para sus humildes servidores públicos víctimas de violencia doméstica.

Demasiado pronto para la instauración del Principio de Peters, demasiado tarde para lavarse la cara en los medios, pero justo a tiempo para abonarle al desencanto por las urnas electorales.

No necesitan pues más votos que los necesarios, imposible imaginar un escenario en el que los votos nulos superen a los adjudicados, no existe en este país la preparación para un escenario así, ni hay quien lo fomente, regularmente se promociona la abstención púes este rinde dividendos, la anulación de los votos les resta a los partidos.

No es difícil de entender, las prerrogativas se dividen en proporción a los votos recibidos, los votos nulos representan muy poco, así que las prerrogativas son bastante cuantiosas, basta hacer una simple regla de tres para imaginar las cifras, pues el 100 por ciento de las prerrogativas se divide entre los votos depositados en las urnas.

Así es, no se reparte entre todo el padrón, solo entre los que obtuvieron votos, así vote el 75%, el 50% o menos del 20%, las prerrogativas se dividirán de la siguiente manera, 2% para el INE por los votos anulados y el 98% restante entre los partidos que hayan participado y en forma proporcional según los votos.

Después de la jornada electoral, el único porcentaje que vale es el determina el triunfo electoral en las urnas, no el que se obtiene de la participación ciudadana en el Padrón Electoral.

Empezando este domingo ya todos sabemos quién es el nuevo Senador y de qué partido es, nadie espera una sorpresa, porque la única que podría haber es que la gente acudiera votar en mayoría, y eso sí sería sorprendente.

Por lo pronto hay cosas que preocupan más, tanto a nivel estatal como municipal, pues parece que se les hizo BOLAS EL ENGRUDO.

 

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