No podemos cerrar los ojos a la realidad, las remesas aportadas por los connacionales en Tamaulipas en 2024, ascendieron a poco más de mil millones de dólares que contribuyeron en mucho a mejorar el nivel de vida de muchas familias. En el futuro inmediato, la ausencia o disminución significativa de estas impactarán negativamente en la economía de la entidad, porque sin este recurso también disminuirá la actividad comercial de muchos negocios proveedores de productos y servicios.
Al respecto, el profesor investigador de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, doctor Jorge Alberto Pérez Cruz, hace referencia a siete municipios de Tamaulipas que en 2024 recibieron los siguientes recursos: Nuevo Laredo, 109.21 millones de dólares (mdd); Matamoros con 155.31 (mdd); Cd. Victoria, 147.43 mdd; Reynosa, 138.34 mdd; Tampico, 96.73 mdd; Altamira, 38.42 mdd y Tula, 34.88 mdd.
Estos datos nos dan la visión de que existen puntos geográficos donde la baja o desaparición de las remesas, van a afectar de manera importante las condiciones de vida de cientos, o quizá miles de familias.
Algunas comunidades son más dependientes que otras de los envíos provenientes de Estados Unidos, este impacto económico no se puede soslayar, y el gobierno de Tamaulipas, seguramente ya estará trabajando en lanzar algún programa para desarrollar estrategias comunitarias para hacer frente a las nuevas condiciones de vida.
En 2024 Tamaulipas se posicionó en el lugar 16 a nivel nacional, como estado receptor de remesas enviadas por connacionales, sumando un total de 1,016 millones de dólares, suma que, dadas las circunstancias actuales de repatriación de nuestros paisanos, dejarán de ingresar a la economía de nuestra entidad.
Tamaulipas no es la única entidad afectada, el impacto si bien es mayor en todos los estados de la franja fronteriza, también surtirá efecto en el centro del país, donde los ingresos por remesas superan más de 60 mil millones de dólares al año.
Suma, que de acuerdo a especialistas equivale aproximadamente al PIB anual de los estados de Hidalgo, Chiapas y Campeche juntos.
De ese tamaño es el “boquete” que propició en nuestra economía el bazucazo lanzado por el presidente Trump, y que diálogos de la presidenta Sheinbaum, por diplomáticos que sean, difícilmente van a cambiar la historia en corto plazo. Porque el emplazamiento de acciones para frenar el tráfico de drogas con toda y la disposición de 10 mil elementos de la Guardia Nacional, difícilmente darán resultados sustanciales en 30 días.
Sin embargo, algo bueno debe de salir tras la disposición de los 10 mil elementos de seguridad en la frontera, mínimo debe mejorar las condiciones de seguridad para los mexicanos que obligadamente tienen que transitar por esa zona.
OTRA DE TRUMP QUE IMPACTA A MÉXICO
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), que se propone desaparecer el presidente Donald Trump, es un organismo independiente encargado de distribuir gran parte de la ayuda exterior; representa un mecanismo de cooperando con otros países en las áreas económica, agrícola, sanitaria, política y humanitaria. Tan sólo en el tema de salud, desempeñó un papel muy importante en la protección contra el SIDA en los años 80´s cuando esta enfermedad vivió sus inicios en México.
Los gastos que genera la operación de la USAID, si bien son de gran beneficio para nuestro país, digamos que es una especie de seguro de vida para nuestros vecinos del norte, porque frenar ese mal en su momento representó un acto de prevención en beneficio de Estados Unidos, por la vecindad e interacción que tienen los habitantes de una y otra nación. Es una acción humanitaria, pero con beneficios preventivos para esa nación.
Trump se propone desaparecer la USAID porque considera que es un desperdicio de dinero, incluso se atrevió a llamar “lunáticos” a quienes la defienden y considera que es una amenaza para los intereses de EU; la advertencia de los expertos en el tema, es que este organismo trabaja directamente a favor no sólo de México, sino de Estados Unidos por lo que no debe ser disminuida.
La circunstancia es que el desmantelamiento de la referida agencia ya está en marcha desde el primer día en que Trump arribó a la Casa Blanca, cuando ordenó como medida urgente, congelar por 90 días toda clase de ayuda para el exterior lo cual representó reducir la fuerza laboral que era de 10 mil elementos, a menos de 300 que trabajan en la desaparición de esta clase de acciones.
Por lo pronto miles de millones de dólares que se destinaban a ayuda humanitaria fueron suspendidos afectando a México entre otros países; lo peor es que se esperan efectos inmediatos que ponen fin a los programas de salud globales que salvaban vidas, que iban desde campañas de seguridad alimentaria hasta sistemas de alerta temprana de diversas enfermedades. Este no es un tema menor y el gobierno mexicano en coordinación con gobernadores fronterizos y del centro del país, deben de estar trabajando en busca de soluciones.
La medida, vista desde el Senado norteamericano, crea un vacío que otros países pueden llenar. Andy Kim, senador por Nueva Jersey lo dijo así: “Las acciones de Trump debilitan el liderazgo y la influencia global estadounidense en un momento en que enfrentamos serias amenazas a la seguridad nacional, de tal manera que Trump le abre la puerta a nuestros competidores y adversarios”.
Pero Andy Kim no es la única voz autorizada que descalifica la política del presidente Trump. Que la ven riesgosa y se apegan a los orígenes en 1961 cuando el presidente John F. Kennedy la creo para contrarrestar el papel que en ese tiempo jugaba la Unión Soviética en los países en desarrollo.
Incluso desde China, un experto del Instituto de Política de la Sociedad Asiática, señaló como objetivo de la USAID, promover el desarrollo social y económico global. “Es un símbolo gigante del internacionalismo… del compromiso con el resto del mundo”, dijo Li Shuo, director del centro climático de ese organismo al enterarse de la medida adoptada por Estados Unidos.