Se cumplió un año ayer de la ejecución del periodista Antonio de la Cruz y de  su hija Cynthia, ocurrida en Ciudad Victoria, sin que las autoridades gubernamentales tengan resultados de la investigación respectiva, salvo la presentación de un Alejandro N. como presunto autor material.

Sin embargo, se trata de un delincuente con seis meses de reclusión penitenciaria al que hasta ahora el gobierno lo vincula al caso del periodista asesinado.

El diputado local Gustavo Cárdenas Gutiérrez, que empleaba a Tony para que le cuidara la imagen, declaró ayer su certidumbre de que altos funcionarios del gobierno anterior, panista, estarían involucrados en el crimen.

La Fiscalía General de la República atrajo el caso pero sólo para archivarlo pues en doce meses de supuestas investigaciones, los agentes federales no descubrieron pistas sobre la autoría intelectual del delito ni el móvil.

Tony de la Cruz era un periodista de bajo perfil, ajeno a controversias, polémicas, discusiones y pugnas con nadie, pero además ejercía el oficio con temas agropecuarios, nada de política o la fuente policiaca.

Como se sabe, las dependencias policiacas suelen ser deficientes en el número y en la calidad de sus elementos. Pagan sueldos de hambre, carecen de suficiente capacitación, o en el colmo de los males, algunos agentes son presas fáciles de la corrupción.

Adicionalmente, no cuentan con equipamiento, si hablamos de armamento y municiones, patrullas de vigilancia y hasta de instalaciones adecuadas. Recordamos la inspección de policía de Reynosa de hace tres décadas, un enorme jacalón con celdas improvisadas.

La policía judicial de la época era peor así como “las comisiones de seguridad”, del Ayuntamiento, una especie de “policía secreta” que actuaba con agentes vestidos de civil, sin identificación visible de ser chotas.

Eran frecuentes las redadas centaveras ordenadas desde la presidencia municipal de la época, y los patrulleros detenían a personas con cualquier pretexto, sobre todo en barrios paupérrimos, cantinas y la zona de tolerancia.

Permanecían los “sospechosos” encerrados unas horas en celdas nauseabundas, mientras sus amigos o familiares reunían dinero suficiente para pagar la multa y recuperar la libertad, muchas veces hasta sin obtener un documento firmado donde constara el pago hecho.

Hubo una familia en Reynosa cuyos hermanos y primos eran al mismo tiempo, jefe de la policía municipal, jefe de tránsito, director de la policía judicial. Eran los célebres Salinas Gracia y los Tijerina.

A propósito del tema, el presidente municipal victorense Eduardo Gattas Báez anunció la decisión de instalar mil nuevas cámaras de video-vigilancia en las calles de la capital de Tamaulipas, para acabar de desalentar la comisión de delitos.

Gattas se declaró complacido del éxito del funcionamiento de las mesas de seguridad, pues de allí se derivan los acuerdos inter-institucionales para reforzar las medidas de seguridad, en beneficio de la sociedad.

Adicionalmente, Eduardo Gattas consiguió la aprobación del Cabildo para donar 10 hectáreas a la SEDENA, para que se construya el que será el cuartel militar más grande del Estado.

Ciudad Victoria quedará totalmente resguardada con esta vigilancia castrense, donde se construirá además un complejo habitacional y un hospital para la atención de los soldados y sus familias.

En Nuevo Laredo, la COMAPA emprendió la campaña de concientización sobre la cultura del cuidado del agua, para conseguir que los usuarios moderen el consumo del líquido.

Los técnicos de la dependencia descubrieron un aumento del 25 por ciento en el gasto de agua potable, tanto por el gran calor imperante, como por fugas y filtraciones. En algunos casos, un ciudadano tiene un gasto diario de 200 litros de agua, pero ese consumo se ha disparado hasta a 550 litros diarios.

Funcionarios de la COMAPA recomiendan a los usuarios que instalen en sus casas equipos de almacenamiento de agua como tinacos o cisternas, para que no sufran cuando surjan afectaciones de falta de energía eléctrica que hacen apagar los motores.

En tanto que en Matamoros, el presidente municipal Mario Alberto López Hernández fue invitado de honor en la ceremonia donde rindió protesta la nueva mesa directiva de la Cruz Roja Mexicana, delegación Matamoros.

El jefe de la Comuna se ganó los aplausos de la concurrencia con el anuncio de que habilitará una estación de la Cruz Roja en la delegación de Lomas de San Juan, para acercar los servicios de la noble institución a los residentes de esa zona.

Pero además, el edil López Hernández consiguió el respaldo de síndicos y regidores, para donar una flamante ambulancia a la Cruz Roja de Matamoros, y el vehículo de emergencias contribuirá a mejorar la capacidad de respuesta y brindar una atención más eficiente en casos de urgencias médicas.

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albertoguerra65@hotmail.com