La digitalización hace a la sociedad temblar. Un futuro digital y robotizado amenaza, cuando los robots controlen el mundo. Qué ocurrirá con las personas, qué haremos cuando los puestos de trabajo los ocupe la inteligencia artificial, ignorar si nuestro trabajo es realizable o suprimible, por un robot, inquieta. La automatización del empleo en 2030 y que 20% de los empleos será sustituido por robots, asusta.
Parece que el ser humano pierde más valor en la sociedad ante el desarrollo tecnológico. El miedo a que no se le valore y puedan perder el empleo afecta el subconsciente, nos hace creernos inservibles. La tecnofobia está en debate, en un escenario en el que la tecnología avanza a pasos agigantados, sin embargo, olvidamos que la tecnología y su avance, son impulsados por el ser humano.
El Foro Económico Mundial realizó un debate en Davos. Los estudios realizados desarman este tipo de afirmaciones. Debemos saber que ni todos los trabajos son calificables para ser sustituidos por robots, ni todos los trabajos que pretenden automatizarse van a hacerlo de forma efectiva en los próximos años.
La OCDE, dice que 14% del empleo mundial corre riesgo de ser automatizable en los próximos años, otro 32% podría ser susceptible a cambios en el modelo de negocio con la automatización, integrando aspectos robotizados en los hábitos del mismo, 46% del empleo mundial. Aun así, califica la situación de optimista, ya que, la automatización crea nuevos puestos de empleo que desconocemos.
El nacimiento del vehículo provocó una avalancha para los empleados de carruajes, fábricas, los chóferes, todo lo relacionado con el sector carruajes, desde carpinteros hasta criaderos de caballos. Todos se asustaron ante el peligro, sin embargo, ese avance generó más puestos de empleo en el mundo que otros sectores.
Europa, gracias a este sector, creó potencias económicas como Alemania, la cual exporta vehículos posicionándole como su primera potencia económica. Así ocurre con la automatización, inteligencia artificial y robotización. Nuevos empleos para cubrir nuevas necesidades, esta es la clave. Con el surgimiento de nuevos métodos y nuevas formas de hacer las cosas, surgen necesidades. Los principios económicos muestran la ilimitada cuantía de necesidades del ser humano. Esas necesidades se van transformando, en 50 años habrá nuevas necesidades que hoy no existen y que darán origen a nuevos bienes, a nuevos servicios.
Inteligencia artificial, robótica, tecnología, está desarrollada, fabricada, entrenada, diseñada, por personas, sin éstas, el desarrollo de estos avances tecnológicos no podría darse. Al surgir los motores, surgieron mecánicos, fabricantes de ruedas, de motores, se transformaron calles, surgieron carreteras, crearon vecindarios, el paseo familiar se transformó, gran cantidad de tipos de empleo que, con el caballo y los carruajes, no existían, aunque exigió especialización y cualificación, el avance que a priori, era amenaza, generó riqueza, empleos y muy amplio conocimiento; así como negocios alternativos impensables de realizar con un carruaje. También deportes, contamos con grandísimos deportistas que se encuentran relacionan con el motor y generan riqueza y empleo indirecto. Por ello, una amenaza, aprovechada es oportunidad.
Las máquinas no han acabado con los médicos, los robots con mecánicos, los programas ERP de gestión, con los economistas. La automatización acaba empleos sin alto valor añadido. En los de alto valor añadido, la automatización ayuda a las tareas; ayuda que nace con el fin de facilitar la práctica laboral al ser humano, acaba con aspectos lesivos, desgaste físico, que lo realiza una máquina. El desarrollo tecnológico amenaza el empleo precario, físicamente hablando. En el empleo de valor añadido, la automatización es negocio nuevo en el que todo está por descubrir.
Informáticos, desarrolladores, ingenieros, diseñadores industriales, son empleos que hasta el nacimiento de la informática iniciaron su desarrollo. Empleos que con el desarrollo adquieren más funciones, hasta que la especialización los lleva a dar origen a nuevos puestos de empleo que eran impensables.