¿Qué espero de ti? Que me devuelvas la mirada, la misma con la que me viste ayer; sí, ayer, cuando la inocencia se reflejaba en aquel gesto de tu cara de mujer, que busca de nuevo ser la joven felizmente enamorada, sensible al tímido roce de mi mano apasionada, sobre la delicada piel de tus mejillas sonrojadas.

¿Qué espero de ti? Que la piel de tu hermoso cuerpo se encienda, cuando la suavidad de mis palabras asemeje el fino contacto de la vibración de la más dulce melodía, para que exalte la sintonía que nos unió desde el encuentro mágico, de aquél nuestro primer día.

¿Qué espero de ti? Que, si hay algo que olvidar en tu vida, que sea todo aquello que te hizo dudar de cuánto te quiero y te he querido, porque si el quererte fuera pecado, todo se perdonaría por el amor que sigue creciendo todavía.

¿Qué espero de ti? Para serte sincero, como siempre lo he sido, ser el primero y el último en amarte, para que, como una buena fruta, consideres que es mi tiempo el mejor otoño del huerto de Getsemaní, lugar donde le agradaba orar a nuestro amado Jesús.

¿Qué espero de ti?  Que perdones y no cuestiones que ésta mi egoísta poesía, pareciera desentonar con el gozo y la alegría de sentir que mis sentidas oraciones, son escuchadas por Dios, al aspirar ser digno de uno o mil perdones, por las repetidas ocasiones por mi falta de humildad.

¿Qué esperas tú de mí? Acaso que entienda las razones del por qué nuestros corazones no laten por igual, al buscar con alto afán el tuyo, que yo venza mi egoísmo y mi orgullo, hasta renunciar a ser como soy, para alcanzar un lugar al lado tuyo, sabiendo que tú lo tienes bien ganado, pero a mí me falta mucho para merecer, por retroceder en el plano espiritual.

Lo qué espera Dios de mí, sólo él lo conoce, pero puedo asegurar, que espera lo mejor de mí, y por ello y por ti, lo habré de conseguir, porque más allá de este amor, no hay más que perseguir.

enfoque_sbc@hotmail.com