Dice una frase muy popular que “no hay plazo que no se cumpla”, y esta noche de domingo y amanecer del lunes se ha dado la voz de arranque para que quienes han sido validados por la autoridad electoral inicien su lucha por el voto popular y ganen las elecciones que les lleven a los 43 municipios a tener nuevos alcaldes, o en el caso de algunos, reelegir a quienes hayan obtenido la aprobación popular que se manifiesta de la mejor manera posible a través del voto.
En el caso de Victoria, dos ciudadanos, Eduardo Gattás y Nayma Barquiarena, -por la vía independiente-, buscan llegar a las oficinas del 17 Hidalgo; por su parte, el doctor Xicoténcatl González juega ahora por el Partido Acción Nacional, y así, los contendientes esperan una victoria para el 1 de julio.
No se puede olvidar a Oscar Almaráz, actual alcalde que busca la reelección y que tiene a su favor una positiva labor, reconocida por los victorenses que han tenido participación en las obras que se llevaron a cabo.
Todos, también, tienen “enemigos” de esos que buscan desacreditar a base de noticias falsas, chismes, rumores y más, y que no perderán la intención de fabricar memes y demás, con tal de que gane su gallo, y si para ello hay que ser gente de bajos principios, están preparados para ello …. Y más.
Todo ello nos muestra la dificultad de encontrar una buena lucha política, donde hay recursos que no son fiscalizados y donde la autoridad muchas veces “no ve” y no pasa nada. Otros, seguramente, prometerán cosas que saben que no se podrán llevar a cabo.
Es muy importante para el ciudadano cuidar que no nos quieran engañar más de lo que hacen los presidenciables y nos prometan el oro y el moro, es decir, que nos bajen el sol, la luna y las estrellas con tal de ganar nuestro sufragio.
Hay cosas que requieren mucho dinero, otras, mucho tiempo, y otras, sin una participación estatal y federal son imposibles de llevar a cabo, así que, tenemos que estar muy cuidadosos de esas promesas que siempre nos hacen… y pocas veces nos cumplen.
Inicia una lucha electoral que todos deseamos sea limpia y honorable, y que puedan convencernos con argumentos sólidos. Por otra parte, estarán los recursos de queja que, sinceramente deseamos que sean bien aprovechados y no se conviertan en una especie de lavadero electoral donde todos vayan a llevar sus creencias contra otros y quieran que la autoridad los castigue.
Esperamos buenos comicios, aunque de entrada sabemos que más arriba están manchados, y mucho, con lodo y suciedad de diversos tipos que nos hace pensar que será una elección como las demás: con sus “asegunes”, como dijo el indito, y que quedará claro que habrá esas acciones ilícitas.
Solo esperamos que sean las menos y que no influyan en el resultado final, para que, en cada uno de los 43 pedacitos de tierra tamaulipeca llegue a la alcaldía la persona que haya obtenido la mayoría de los votos, la mayoría de las simpatías, y que llegue con fuerza y pueda demostrar que la ciudadanía no se ha equivocado.
Inician los discursos y los regalitos para algunos: para nuestros jóvenes, ninguneados por la política, inicia un tiempo en el que por 100 o 200 pesitos arriesgarán su vida en un momento de algarabía y distracción en un crucero de cualquier ciudad, ondeando banderas de un partido determinado, porque a falta de empleo, tienen que buscar algo para subsistir, y las campañas son una fuente de ingresos, aunque no podemos decir que un buen empleo.
Cuidemos mucho lo que escuchamos y observamos, y tratemos de hacer un buen y completo análisis de todos los candidatos, para que, el 1 de julio no tengamos problema en emitir el sufragio en favor de esa persona a la que depositaremos la confianza, y en caso de que gane, le exijamos el cumplimiento de las promesas de campaña, para que nuestro terruño pueda tener una mejor y mayor calidad de vida en todos aspectos.
Pidamos que sean decentes en sus acciones, en sus decires, y en su comportamiento, por el bien de todos.

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