¿Y cómo es su vida? Le pregunté a mi acompañante de aquel viaje, que tarde o temprano generaría una confrontación emocional; me miró como no sabiendo que contestar, o tal vez, como queriendo ordenar sus ideas, después, de manera pausada me dijo:
_Me la paso, entre dormida y despierta, entre que me hablan y escucho, entre que me activo y me desconecto cuando realizo una acción.
_¿Y está contenta con su manera de ser? _le pregunté_
De nuevo se me quedó mirando como queriendo contestar de inmediato o como queriendo definir a dónde quería llevarla con mis preguntas. Entonces dijo:
_No creo que nadie pueda estar contento con este tipo de vida, de hecho, yo no lo estoy, porque definitivamente, me siento aislada, en estos momentos puedo estar conversando con usted y parecer ser muy normal, pero, terminado el diálogo regreso a mi mutismo y después a la somnolencia.
_Me parece está muy consciente de su problema _le dije_ al grado de que podría tener mayor control sobre aquello que lo ocasiona.
_Yo sé cuál es la causa de mi problema, son los medicamentos que tomo para controlar mi trastorno de ansiedad, lo que no puedo controlar es precisamente eso, la ansiedad.
_Tal vez usted no esté atendiendo bien su patología.
_Desde luego que me he atendido bien, he consultado ya con varios psiquiatras, otros tantos psicólogos, e incluso especialistas de varias ramas de la medicina, debido a las somatizaciones que suelo presentar, pues soy muy susceptible a pensar que me puede estar pasando algo grave.
_¿También es hipocondriaca?
_Yo no diría eso, creo que esa forma de ser viene incluida en el paquete de la ansiedad.
_Entonces realmente se preocupa por su padecimiento y como mujer joven que es, me imagino que usted acude a todos esos especialistas por su propia voluntad.
Mi acompañante guardó silencio por unos instantes y luego contestó: _Nunca he ido sola a ver a esos especialistas, de hecho, tengo el deseo de encontrar a alguno que en verdad me alivie, porque me he vuelto muy dependiente del apoyo de mi familia para buscar la cura.
_¿No será que usted en el fondo no se quiere curar y más que tener un trastorno de ansiedad tiene un trastorno afectivo, mejor conocido en la actualidad como trastorno del estado de ánimo? Me da la impresión de que lo que usted tiene se ajusta más a un estado de depresión atípica.
_Sea lo que sea, después de más de 40 años, aún no he encontrado la cura de mi mal.
Mientras pensaba de qué manera podía ayudarla, ella se volvió a quedar dormida, tal vez no quería seguir contestando mis preguntas, o tal vez me estaba acercando a una verdad que ella ya había descubierto hace mucho y no quería que fuera revelada.

Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com