No tengo palabras, tengo sentimientos y de todos los que tengo, sobresale el amor, y si he de hablar de los amigos, tendría que hablar con el corazón, aunque, a decir verdad, se me hace un nudo en la garganta, porque de estar contento por ser hoy el mejor día para conmemorar la gloriosa dicha de la amistad, el sólo hecho de no poder estar cerca de ellos me llena de nostalgia.

De los primeros amigos, aquellos con los que compartí la maravillosa infancia, qué podría decir, todos comulgábamos en la inocencia, de saber que un día, al separarnos, habría el destino de volver a juntarnos, para poder abrázanos, y con singular alegría contar nuestras vastas experiencias que nos deparó la vida; más, muchos ya no regresaron a nuestra cita tan anhelada; partieron en etapa temprana y los que quedaron, se fueron tan lejos, que mi llamado no pudo alcanzarlos.

De los alegres compañeros de escuela, sólo algunos se significaron como buenos amigos, pues nuestras almas gemelas en las aulas se encontraron y desde entonces, en la distancia, nos seguimos frecuentando, sintiendo la empatía lejos de toda hipocresía.

De mis compañeros universitarios, los de los grandes esfuerzos compartidos, de la lucha continua por salir bien librados de los embates de aquellos tiempos precarios, de los interminables retos por sobresalir entre una masa interminable de pujantes aspiraciones, los que logramos nuestros grandes anhelos al llegar a las metas que parecían inalcanzables, ¿qué si los recuerdo? Sí, a todos ellos como el primer día.

Pero a mis más grandes amigos, los que se ganaron a pulso el puesto de hermanos, a esos, a esos los llevo siempre conmigo, a los que bajan del cielo cuando me siento perdido y me abrazan para darme consuelo, a esos, a esos, a mis eternos amigos, siempre, siempre los llevo conmigo.

Bienaventurado el que encuentra en un amigo el amor que no hace diferencia, en el que abunda la misericordia, en el que encuentras el bálsamo del perdón sin excusas, en el que encuentras el amor del que nos habla Jesucristo en su Evangelio.

El amor y la amistad son un binomio divino indisoluble, el que no ama a sus amigos puede estar seguro, que ha vivido solamente confundido.

FELIZ DIA DEL AMOR Y DE LA AMISTAD.

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