Vuelvo a decir la Palabra de Dios escrita en la Biblia que se proclama en la misa dominical orienta fortalece invita a que el creyente realmente viva como Dios quiere.

Este domingo el texto evangélico tomado del Evangelio escrito por san Matero 22, 34 – 40, el Señor Jesús contestando a una pregunta que le hace un doctor de la ley para ponerlo a prueba contesta lo principal de la ley de Dios.

Tal vez sea una pregunta que se hacen muchos creyentes de este tiempo: “Cuál es el mandamiento más grande de la ley” y Jesús es muy claro y contundente: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda el alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

Todo lo que hacen los creyentes es bueno, pero si no aman a los demás no sirve de nada.

Es bueno recordar que al final de la vida seremos juzgados en el amor.

Eso es lo que cada creyente debe reflexionar cada día. Y cada día examinar qué tanto se ama al prójimo.

Se puede orar con las palabras de la oración de la misa dominical: “Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y, para que merezcamos lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas”.

Que el buen Padre Dios les conceda el amor y la alegría.