La Asociación de Bancos de México evalúa quitas de capital en reestructura para 8.6 millones de acreditados que se acogieron el programa de apoyo a deudores durante la pandemia y responden al secretario de Hacienda, Arturo Herrera, que les acusa no usar las facilidades de liquidez del Banco de México para otorgar créditos.
La Asociación dice que en el caso de las facilidades de liquidez por 750 mil mdp, hay 900 mil mdp disponibles para crédito e índice de liquidez de 224% encima del 100% que requiere la regulación. Si se usa o no la línea, es porque no hace falta y está disponible. El secretario de Hacienda quiere que la banca preste, pero hoy los acreditados se manejan con prudencia al utilizar sus líneas de crédito disponibles.
En torno a la posibilidad de ofrecer quitas de capital a clientes morosos, señala que es programa voluntario por banco, que realiza análisis caso por caso de clientes que se acogieron al programa de diferimiento, para determinar su capacidad de pago para que la reestructura sea viable. No recuperar un peso de capital tiene impacto en el índice de capitalización, liquidez y rentabilidad de la banca, que incrementará sus reservas para enfrentar la crisis. Los banqueros aprendieron que la misión es proteger el dinero del depositante, en especial de menores ingresos, que tienen nómina o ahorro que en promedio no llega a 10 mil pesos por persona. Para un directivo de un banco es fácil asumir riesgos puesto que, en ellos, se miden sus resultados y cobran sus bonos. Si el riesgo es elevado el banco entra en problemas y, eventualmente, lo rescata el gobierno sin que ellos tengan que pagar.
Fitch mantiene perspectiva negativa en la calificación de Monex, banco líder en mercado de divisa al contado, tendrá deterioro en su perfil. Su cartera tiene proporción mayor de deuda bancaria y corporativa, alta concentración crediticia en 20 acreditados que representa 37% de su cartera, y alta exposición a sectores económicos vulnerables (construcción de vivienda, inmobiliario, turismo) Empresas en mala condición financiera antes de la pandemia son las que caen, otras sortean el problema. Interjet va a cierre por malas decisiones desde la década pasada y dejó de cumplir pagos al gobierno, acreedores privados y SAT. Los accionistas ofrecieron cubrir impuestos desde 2013 por 3 mil millones de pesos, pero los bienes puestos en garantía no cumplen con los requisitos por no acreditar la propiedad de los bienes ofrecidos como pago y reparación del daño. Aeroméxico, sigue volando gracias a finanzas sólidas y viabilidad reconocidas por inversionistas dispuestos a prestarles mil millones de dólares.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez al cambio de reglas energéticas dice que la compañía frena inversiones tras desembolsar más de 12 mil millones de dólares en plantas de generación eléctrica. López dijo, no nos interesan negocios privados, nos importan negocio público. Más que sector privado o público, importa que los negocios generen beneficios para los mexicanos. ¿Qué es lo que busca el consumidor? Calidad en flujo eléctrico, que no haya apagones y buen precio. La política debe ser a favor del consumidor final.
Iberdrola tenía plan de inversión de 5 mil millones de dólares en el sexenio en tres plantas, ciclo combinado en Tuxpan, cogeneración en San Juan del Río, Querétaro, y parque fotovoltaico en Puebla. Al cambio de reglas, el gobierno diseñó política que privilegia a CFE sobre las renovables, más costo por transportar electricidad y la exigencia de que CFE, genere 54% de electricidad. Esto se da cuando gracias a una controversia de la Cofece, la Primera Sala de la Suprema Corte, confirmó la suspensión de la Política de confiabilidad en el Sistema Eléctrico Nacional, donde el gobierno da prioridad a CFE con uso de energía fósil, en contra de las renovables.
López y la secretaria de Energía, Rocío Nahle, consideran que la regla de inversión de la reforma energética está hecha para que CFE subsidie negocios privados. Con dinero público hacer ganancias privadas. Para México es mejor equilibrar términos entre CFE y los privados, no un monopolio, mal manejado, con grandes deudas que pagan los contribuyentes, y un sindicato privilegiado en salarios y pensión. Lo importante, no es la empresa privada o pública, es diseñar reglas que convengan al consumidor mexicano y lo mejor es más competencia.