López responde con señalamientos, no con evidencia a los cuestionamientos a que se enfrenta, una burda manera de esconder la verdad, la cual la mitad de los mexicanos ya se enteró cabalmente. Sólo aquellos que desean destruir, aquellos que en secreto adoran a Hitler por su liderazgo, los que se sienten seres míticos, con sensación de superioridad intelectual y espiritual que ven reflejada en el espejo que se llama López, y sus mantenidos, continúan creyéndole.
Hay una falta de respeto absoluto en la manera de expresarse por López y por el uso de las palabras que elige; “los pobres son como animalitos a los que hay que cuidar”, comparar a los periodistas con perros a los que él les quitó el bozal, López abre la boca y mete la pata, es automático y cínico, cita y luego se desniega con audaz facilidad, propia de un discapacitado intelectual y social. López carga veneno que irriga contra todo aquel que no piensa como él, es un intolerante puro, un absolutista, en camino de establecer una tiranía, cuidado México.
Recurre a estratagemas durísimas como exteriorizar acerca de un golpe de Estado por las fuerzas armadas que se han arriesgado por los mexicanos, duramente, sin miedo, sufriendo pérdidas mortales tratando de erradicar la actividad criminal, mal que arrasa al país, mientras López lo permite, en tanto López apapacha criminales. En lugar de luchar contra el crimen, López señala de alta traición al aparato de seguridad que defiende a México. Que la confusión de López no nos atrape. Inventa enemigos para tapar sus graves errores que tienen al país postrado en lo económico y en manos del narco, porque él ordena retirada. “A Madero lo derrocaron porque no construyó una base social que lo protegiera”, así que este invento del golpe de Estado es una justificación para movilizar a su gente contra los que piensan distinto.
El golpe de Estado se dio en Baja California, donde el gobierno de Morena extiende tres años su mandato, en contra de la Constitución, con el aval de López que envió a su secretaria de Gobernación, a atestiguar la violación del periodo para el cual Bonilla fue electo, y darle su respaldo al gobernador golpista.
A López le encabrona cuando se le dice que en once meses de su gobierno van 30 mil asesinatos, es decir, la realidad lo saca de quicio, lo que demuestra inestabilidad y desconexión de la realidad.
Es irracional calificar de positiva la operación en Culiacán porque “salvó vidas”. Doce personas murieron, soltaron al jefe del narco y se abrió la puerta a 55 reos que se sumaron al ejército criminal al que López se rindió y para López es positivo, se siente designio divino e histórico y pretende hacer creer que se trata de liberales contra conservadores. México merece democracia, seguridad y prosperidad, pero no quiere ninguna de estas situaciones.
Es una mentira que López diga que “la economía va bien”, luego del no crecimiento de la economía, luego de recibir un país con crecimiento de 2.5%, que sus erradas obsesiones tiraron a cero. Hacienda informó que para acabar el año tomarán 150 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios, que le dejaron los “neoliberales” para desastres, gastos imprevistos e inevitables. Se quedaron sin recursos porque se les cayó la recaudación del ISR y del IVA. Es falta de crecimiento de la economía que se muestra con recortes presupuestales, despidos y menos empleos. No crecemos porque no hay inversión, pero López en lugar de corregir sigue su desenfrenada carrera hacia el abismo y al caos.