El Partido Revolucionario Institucional fue dueño de la escena política de México durante décadas, pero su prolongada permanencia en el poder lo hizo caer en la obsolescencia, caducidad, y anacronismo. Se adocenó, diría Emilio Villarreal Guerra.
Ahora representa el partido tricolor la tercera fuerza política de México, después de MORENA y el PAN, en ese orden.
El tema es pertinente porque el flamante dirigente estatal del PRI, Carlos Solís Gómez extendió nombramientos para integrar su equipo de trabajo, favoreciendo experiencia, animado por el propósito de reverdecer laureles.
Horacio Reyna de la Garza asciende de presidente del partido en Ciudad Victoria, a secretario estatal de organización, y Arlete Marcos Ruiz se queda en su lugar. Sergio Guajardo Maldonado es el nuevo secretario técnico.
No es tarea fácil sacar al PRI de la barranca debido a que no tiene experiencia como partido político, pues toda su vida previa fue usado como agencia de colocaciones. Ni siquiera tiene un padrón de militantes, ni mucho menos tesoro propio, contante y sonante.
El reto es formidable porque implica así mismo darle vida en los municipios, donde tampoco existe tradición partidista en el sentido de la auto-suficiencia, pues las delegaciones del partido eran mantenidas por los gobiernos locales.
El edificio propiedad del PRI en Reynosa fue construido con recursos del entonces poderoso sindicato petrolero manejado por el senador Antonio García Rojas, y con apoyo complementario aportado por el gobierno de Martínez Manautou.
(Estuvimos presentes en la ceremonia de inauguración del inmueble, por estar ubicado frente al hogar paterno. El excéntrico pintor Salvador Gaamz (en realidad, era Gámez) cubrió con su arte una de las paredes, que luego fue cubierta por ser demasiado modernista. César Isassi Cantú era el presidente local del partido).
Para dimensionar la difícil situación que ahora vive el PRI, tómese en cuenta que perdió la capacidad de regencia al grado de que ahora está supeditado al PAN, su enemigo histórico, a quien sirve de cabús.
El ex Gobernador Cabeza de Vaca fracasó en su intentona de prolongar la permanencia transexenal en el cargo, del fiscal general de justicia en Tamaulipas Irving Barrios Mojica, pero no renuncia a cimentar un cacicazgo o imperio político.
Para el caso, maniobró y consiguió que Tamaulipas sea sede de una reunión nacional de diputados federales del PAN, 115, los días 25 y 26 de este mes, de acuerdo al anuncio hecho por su alter ego Gerardo Peña Flores.
La elección de un senador de la República el 19 de febrero, mantiene ocupado a Cabeza de Vaca pues se ha propuesto ganar ese espacio para uno de los suyos y frenar el avance de MORENA en Tamaulipas.
Es una especie de prueba de fuego, pues si Francisco consigue ganarle la partida a Américo Villarreal Anaya y a López Obrador, significaría el renacimiento del ahora prófugo de la justicia, con todo lo que eso significa por la elección múltiple del año 2024.
Tamaulipas tiene cinco diputados federales: el coordinador Gerardo Peña Flores, el traidor Oscar Almaraz Smer, Mariela López Sosa, Rosa María González Azcárraga y Vicente Verástegui Ostos, el Truko II.
Día aciago para la prensa tamaulipeca pues hubo dos fallecimientos de periodistas relevantes y prestigiados: Carlos Donaciano Pacheco en Nuevo Laredo, y Javier Ramírez Nava, en Reynosa
Trabajamos con Pacheco en la redacción de El Mañana de Nuevo Laredo y con Nava en Prensa de Reynosa y en La Opinión de Matamoros.
Solo se adelantaron en el camino inexorable de la vida-muerte.
Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com