Mucha prisa tenemos casi todos cuando de vacaciones se trata, y emprendemos el viaje a veces sin considerar los posibles riesgos.
No es que se piense pesimistamente, pero hay que atender todo lo que pudiera presentarse, y definitivamente, tratar que no nos afecten las medidas de prevención y precaución.
Y las autoridades siempre reportan que el número de incidentes de tráfico y otros se incrementa, por la pasividad con que unos manejan, el acelere de otros, y porque está congestionada la carretera, las arterias de los sitios a donde se vacaciona y muchos aspectos más. Hace años nos tocó una experiencia poco grata, cuando tratábamos de viajar a la ciudad de Monterrey: en sentido contrario (de allá para Tamaulipas) venían como locos un grupo de automóviles que la verdad, no daban ganas de asomarse a conducir.
El peligro en toda su máxima expresión, porque muchos de los que toman el volante no se encuentran en condiciones óptimas para hacerlo, y recurren a algunos estimulantes que consideran “insalvables” con tal de lograr su objetivo de llegar.
Lo que tomamos como tal siempre tiene consecuencias y debemos entenderlo, así como también el hecho de que si apresuramos demasiado el viaje, podría haber inconvenientes, de esos que hoy está muy de moda difundir. Los accidentes surgen cuando hay poca atención al problema del que se trate.
Las autoridades competentes, tales como la Policía Federal Preventiva, la Policía Estatal y corporaciones menores, así como delegaciones de policías reportan que la campaña intensiva de prevención de siniestros está ya instrumentada, y durante el verano tratarán de orientar a la ciudadanía con tal de no sufrir los contundentes choques que dejan únicamente, miles de pesos en pérdidas.
Es entonces usando tenemos que hacer la parte que nos toca, para evitar quedarnos llorando, sin dinero o sin bienes, amén de los daños naturales, que muchas veces, (casi todas) nos destrozan la existencia y cambian el rumbo de la misma en un giro alarmante de 360 grados.
Sabemos que cada nivel de autoridad tiene campañas y medidas de prevención, donde se nos exhorta a no consumir alcohol como primera instancia, a no hacer uso de teléfonos celulares mientras conducimos y otras relacionadas con el tema, que se instrumentan en tiempos que muchos optamos por salir unos días, aunque sea.
Los accidentes siempre han estado en las partes altas de toda estadística, y miles de mexicanos diariamente pierden la vida por diversos motivos que sólo nosotros sabemos.
No tenemos las últimas estadísticas, pero sabemos que siguen siendo de las principales causas de muerte en el mundo, más, ahora que surgen las redes sociales y todo se comenta con ellos. A veces queremos mandar mensajes y manejar al mismo tiempo, y hacemos un abuso desmedido del móvil con otras tareas que no son compatibles.
No entendemos, nos sentimos muy diestros al manejar, y cuando tenemos ese accidente nos damos cuenta de la importancia que tiene el poder manejar con los 5 sentidos, es decir, sin mayor distracción que la charla del copiloto. Y otro tipo de medidas, ya en el sitio de recreo, en el hotel o casa, en nuestro hogar para antes de salir, con las medidas recomendadas por siempre, y que siguen estando vigentes.
Y la idea es tener unas buenas y felices vacaciones, así como un retorno seguro y tranquilo. Que no haya desaguisados en el camino o trayecto, así como en la estancia. Y sabemos, bien que sabemos, que la mayor parte de la responsabilidad sigue siendo nuestra, por lo que debemos retomarla y hacer de este período vacacional el mejor de nuestra existencia.