El Senador Américo Villarreal busca reflectores en Tamaulipas previendo la posibilidad de ser tomado en cuenta por su partido para un puesto de elección popular; la idea es hacerse presente y responder a las diferencias entre el estado panista y el gobierno federal de MORENA y ganarse así el agrado de quién toma las decisiones por eso su gira por el centro del estado, pero primero el partido político que lo representa tendrá que resolver sus divisiones, ponerse de acuerdo y hacerse fuerte de lo contrario no tendrán los mismos resultados que obtuvo el partido a nivel nacional.
Una cosa es que AMLO, fundador de MORENA haya logrado posicionar al partido como la primer fuerza política del país y otra muy diferente a que suceda lo mismo en las entidades pues sí no logran primero llegar a acuerdos y formar una real estructura unida, con militancia y trabajo la popularidad del presidente no les servirá de mucho y eso lo vimos en la elección pasada en donde el PAN obtuvo la mayoría de las posiciones en Tamaulipas, ¿porqué? Porque supo mover su estructura, cosa que no tienen los morenos.
Prueba del divisionismo al interior fue lo que ocurrió el fin de semana en la elección de su presidente Nacional; por lo pronto ya hay dos dirigentes, Alfonso Ramírez designado por el Congreso Nacional de MORENA y la sobreviviente Yeidckol Polevnsky quien se aferra al partido con el argumento que de la decisión fue impugnada por más de una decena de militantes ante la falta de quórum. De tal forma que mientras allá arriba no se pongan de acuerdo acá abajo no habrá definición, mientras tanto los deseosos habrán de hacerse notar.
A propósito de MORENA, este fin de semana el Presidente estuvo en Nuevo León cumpliendo gira de trabajo misma que en un principio contemplaría a Tamaulipas pero que después fue pospuesta según que porque AMLO quería una fecha especial para esta entidad (no compartida con otras entidades); en tierras regias se hizo acompañar por el gobernador Jaime Rodríguez, rival de candidatura mismo al que no le fue nada bien.
Resulta que como un acto hecho adrede el público asistente (dicen acarreados) abucheó al “Bronco” sin que hubiera poder humano que ocultara o de perdido despistara de los reflectores el bochornoso momento; al momento de tomar la palabra el gobernador independiente tuvo que retrasar unos minutos su discurso pues la molesta era más que evidente.
AMLO por su parte, como suele hacer en los eventos a los que asiste en donde abuchean al gobernador pidió un aplauso para el mandatario para relajar la tensión pero ni así logró que el gobernador fuera bien recibido por los asistentes.
Para eso está la estructura y los acarreados
Que Dios lo bendiga, gracias
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@DenisseROmerom