Persisten las narrativas en el país, que logran polarizar a la sociedad, la oposición extraviada persiste en acusar al gobierno federal de esa tendencia que en la práctica todos sabemos que se opera por medio de Bots en la red de WhatsApp.

Se está perdiendo la oportunidad de madurar en la democracia, pues la alternancia es el mejor de los efectos, pero para lograr la alternancia pacifica se requiere, paciencia, inteligencia, pero, sobre todo, abrir las puertas a los políticos emergentes, esos que sueñan con la oportunidad de representar al pueblo con la intención de mejorar las cosas.

Seguir sembrando la idea de que el país está mal, solo afecta a la oposición, esas narrativas sucumben ante la verdad contundente, pero lo lamentable es que hunden a la oposición, pues cualquier país democrático requiere de contrapesos políticos.

La falta de los contrapesos nos lleva a caer en el absolutismo, cuya principal característica es que el poder político del gobernante es absoluto, es decir, no está sometido a ninguna limitación institucional, sino solo a la ley divina, pero todos sus actos están justificados porque supuestamente buscan el bien común.

La época de la monarquía en México hace mucho que despareció, despreciada por una sociedad precaria, que no ambicionaba más que el salario digno para alimentar a su familia, sin embargo, en la ilusión de muchos, confundiendo el estado con la iglesia, quisieran tener un Dios o un rey, para poder sentirse grandes.

Muchos olvidan que, desde la Constitución del 1917, se estableció como derecho constitucional el Salario Mínimo, pero fue hasta 1931 cuando se crearon las bases para su establecimiento, en el que sentaban las bases para que la comisión de ellos, recayera en cada zona del país, en cada estado y en cada municipio, desde entonces se sabía que el costo de la vida era diferente en las zonas geográficas.

Cierto hay cosas, memes, dichos, fotos o comentarios que pueden ser graciosos en las redes sociales, aunque en realidad no lo son, debemos de recordar que le hartazgo hizo que la sociedad se levantará y votara contra un sistema que se confabuló para joder a los más jodidos de la patria.

No se requiere de mucha labor de investigación para comprender lo sucedido, basta ver el desarrollo del salario mínimo en el país y convertirlo a dólares para entenderlo. El señor Google nos lo brinda en minutos.

La investigación se puede hacer por décadas, en los años 30s, 40s y 50s, se percibe una ascendente notable que en los 60 se estanca y que justifica de manera contundente el levantamiento de los estudiantes en 1968, pensar que todo se debió a la intromisión del Partido Comunista en la política mexicana, no es más que la justificación de la narrativa creada por el gobierno de entonces para justificar el uso de la fuerza bruta del ejército.

A partir de ahí se le temió al gobierno, pues se comprobó que además de auditorías podía mandar matar impunemente. La imagen democrática del país se derrumbó y surgió la posibilidad de llegar a un régimen militar.

Sin embargo, la peor época para la clase trabajadora del país, fue del 2000 al 2018, basta solo recorrer el histórico del poder adquisitivo del salario mínimo para entender como volvió a campear la explotación del hombre por el hombre.

La brecha entre ricos y pobres se hizo más extensa, los ricos más ricos y los pobres más pobres, la justicia social no se entendió desde los años 70s, muchos vivimos en crisis permanente pues nos tocó vivirla.

Regularmente se les considera fanatizados a quienes menos preparación académica tienen, pero en esta época de las redes sociales, es común percatarnos como profesionistas sucumben a la información falsa, sin siquiera intentar cruzarla, sin el menor atisbo de duda la comparten como propia, quedando en evidencia ante sus mismos amigos.

Creo que es tiempo de cuestionar más, pero también es tiempo de investigar más, considerar que en las mañaneras se dicen muchas mentiras para justificar las mentiras que se publican en WhatsApp, es el camino más sencillo para abonar al ABSOLUTISMO.

Jorge Alberto Pérez González

 

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