Una de las semanas más emotivas, con las múltiples manifestaciones de amor y dolor por la partida del Santo Padre Francisco, quien protagonizó un verdadero milagro al presentarse para dar su última bendición a la humanidad, precisamente el Domingo de Resurrección.

Así, el Papa Francisco nos dejó marcados para siempre y su memoria será eterna; sin duda alguna, muy pronto celebraremos su inmortalidad cuando sea nombrado San Francisco en un futuro no lejano.

Le doy gracias a Dios por haber tenido la oportunidad de conocerlo, de formar parte de su evangelio al poder servirle bajo el programa BoxVal, el cual se formó en 2016 y seguirá ahora más fuerte que nunca, con la inspiración de saber que su deseo de buscar un mundo mejor para los más necesitados puede lograrse por medio de la educación de valores a través del boxeo.

Mi hermano Héctor me invitó aquel febrero de 2016 a acompañarlo a la sesión donde formalizó la apertura de Scholas Occurrentes México.

Durante esa audiencia, mi primer momento de admiración total hacia el Papa Francisco surgió durante la intervención de un grupo de bomberos que presentó su agrupación, seguido del comentario del Santo Padre: “Todos los días rezo para que todos en el mundo tengan trabajo y también todos los días rezo para que los bomberos nunca tengan trabajo.” Una de sus máximas virtudes era poder sintetizar mensajes increíbles e impactantes usando muy pocas palabras, llevando a quien los escuchaba a la reflexión y al entendimiento.

Inesperadamente me dieron el uso de la palabra para anunciar la formación del programa BoxVal y explicar lo que el Consejo Mundial de Boxeo haría a nivel mundial, así como confirmar la celebración de la inaugural “Pelea por la Paz”, el combate entre un católico, Saúl “Canelo” Álvarez, y un musulmán, Amir Khan.

Terminando la audiencia, al despedirse, se acercó a saludar a unos niños que se encontraban sentados delante de mí. Para mi sorpresa, se acercó hacia mí y extendió su mano, la cual inmediatamente tomé mientras me decía: “¿Entonces, campeón mundial?” Me quedé congelado sin saber qué decir y, a continuación, agregó: “¡Pero de peso completo!” En ese momento soltamos una carcajada hermosísima.

El Papa Francisco tenía un gran sentido del humor, una increíble habilidad para hacer memorables los encuentros. En una de las reuniones privadas que tuvimos, Héctor le platicaba que él es abogado de profesión, aunque aclaró que no ejerce y se dedica a la industria. La respuesta del Papa fue:

“¡Qué bueno, porque todos los abogados son primos del diablo!”, con una sonrisa tan única.

Su mirada y sonrisa eran como la de un niño inocente y puro; reflejaban tanto y calmaban el alma.

En la pelea de Canelo vs. Khan tuvimos la oportunidad de conocer a Adrián Pallarols, quien fabricó ese primer cinturón de la paz, una hermosa pieza única. Adrián fue el orfebre de Su Santidad, pero más que eso, fue el hijo que nunca tuvo. Fue a misa desde niño y estuvo cerca del Padre Jorge Mario Bergoglio desde siempre. La amistad y cercanía con Adrián fue creciendo para Héctor y para mí, y fue él quien nos acercó de manera íntima, dándonos los momentos más importantes de nuestras vidas cerca de la persona más increíble que jamás conocí.

En cada uno de nuestros encuentros procurábamos lograr la bendición de muchos rosarios y tarjetas del Santo Padre; somos testigos del poder de la oración, el poder de la fe y los milagros que dichos artículos han logrado.

El 1º de diciembre de 2018, el campeón mundial WBC Adonis Stevenson fue noqueado por Gvozdyk en Canadá y tuvo que ser sometido a cirugía cerebral debido a las graves lesiones que sufrió. Volé a Canadá el 18 de ese mes y llevé conmigo un rosario, el cual coloqué en la mano de Adonis, quien estaba en coma, en estado crítico y con pronóstico de tener solamente días de vida. Recé tomando su mano con el rosario y le di palabras de ánimo. Me senté junto a su cama en terapia intensiva, ahí estaba su novia y también Lamont Jones, colaborador de Al Haymon. Adonis, de repente, empezó a gemir fuertemente y a tratar de levantarse. ¡Entraron muchos doctores! Nos sacaron al pasillo, donde la familia lloraba de felicidad, pues era la primera señal de vida. Horas después, la resonancia magnética mostraba que había desaparecido el sangrado.
Hoy en día, Adonis lleva una vida normal, maneja y viaja, siendo embajador de la paz del WBC y de BoxVal.

Este es uno de los muchos milagros que hemos visto por la intercesión del Papa Francisco.

El Consejo Mundial de Boxeo llevará a cabo una serie de activaciones en memoria de nuestro querido y adorado Papa. Dios lo tenga en su Santa Gloria.

El viernes tuvimos una conferencia de prensa en la embajada de Tailandia, en la que dimos a conocer la sede para nuestra convención anual que se llevará a cabo en Bangkok la primera semana de diciembre. El general Thanapol Bhakdibumi estuvo con nosotros y, en compañía del embajador Rooge Thammongkol, se confirmó que el WBC y el WBC Muaythai unirán por primera vez la celebración del congreso anual. Este año, México y Tailandia celebran su 50º aniversario de relaciones diplomáticas, lo cual suma interés a este importante evento.

Sabias que…. México y Tailandia han disputado 57 peleas, los resultados le han favorecido a los boxeadores tailandeses con 34 triunfos contra 22 victorias para los mexicanos y un empate.

Solo 5 mexicanos han ganado el título del WBC en Tailandia: Rodolfo González,Gilberto Román, Ricardo López, José Antonio Aguirre y Juan Hernández.

 

Anécdota de hoy….Sergio Maravilla Martínez era campeón mundial WBC cuando el cardenal Jorge Bergoglio fue elegido Papa. Ese mismo año tuvo una audiencia y puso dos invitados para que lo acompañaran: Miguel de Pablos y José Sulaimán. Lamentablemente mi papá tuvo su operación, la cual se efectuó el 1 de octubre.

Mi papá quedó en coma, a partir del 2 de octubre, y estuvo así hasta el 20 de ese mes. La audiencia se llevó a cabo el 18, y en ella, se dio uno de los actos más hermosos de la historia de nuestra familia. Maravilla Martínez le pidió al Papa por la salud de Don José. Francisco tomó el certificado de cinturón de campeón mundial que lleva la firma de mi papá y rezó sobre él, doblándolo en distintas ocasiones, al terminar le dijo al campeón: “Hacerle llegar esto de inmediato a su familia”. El certificado llegó junto con un rosario el día 20… Mi mamá se lo colocó debajo de la espalda en el colchón… Milagrosamente horas después, mi papá abrió los ojos y logró vivir casi tres meses más para poder despedirse de todos. Nunca olvidaremos ese acto de compasión de Sergio Martínez y Miguel De Pablos y el poder de la oración del Papa Francisco quedó manifestado con ese milagro.