Con mucho gusto les escribo desde Hamburgo, Alemania, un bello lugar donde está reunida la familia del boxeo para ser parte de un evento que será histórico: la 62 Convención Anual del Consejo Mundial de Boxeo.

Y será histórica, porque al mismo tiempo se realizarán la 62 Convención Anual del CMB y la 4a Convención Anual Femenil, todo en un mismo lugar: en el hotel Grand Elysée Hamburg que nos abrió las puertas para recibir a cientos de personas.

Aunque la Convención Anual inicia de manera oficial desde este lunes, incluso al momento de que estás leyendo esta columna ya fue la inauguración oficial, los trabajos comenzaron desde el viernes anterior, pues se reunió el Comité de Clasificaciones para iniciar sus labores.

En la convención, que tendrá más de 1,000 invitados, se podrán encontrar grandes leyendas del boxeo mundial de la historia y de la actualidad, muchos quienes ya hicieron su arribo al hotel.

Ya están en Hamburgo legendarios mexicanos miembros del Salón de la Fama como Humberto “Chiquita” González, Daniel Zaragoza y Carlos Zárate, además del único medallista olímpico y que también ha sido campeón mundial, como Alfonso Zamora, además de la ya histórica Mariana “Barby” Juárez.

También llegó a territorio alemán uno de los mejores libra por libra de la actualidad y uno de los dos peleadores que ha sido dos veces campeón indiscutido en la historia: Terence Crawford, quien ya estuvo conviviendo con los aficionados en el hotel sede de la convención y tomándose fotografías con muchos de ellos.

Otro campeón actual que ya llegó es el japonés Junto Nakatani, y también el legendario puertorriqueño Miguel Cotto, quienes son parte de las figuras que engalanarán este importante evento, además de Mikey García, Badou Jack. entre otros muy importantes.

Este tipo de eventos son de importancia para el boxeo por diferentes motivos, uno el de reunirnos como familia y ver a decenas de amigos con los que podemos coincidir sólo en esta convención, y otro para hablar de temas vitales para el crecimiento del boxeo y para hacerlo más seguro, que es una de las máximas prioridades de nuestro organismo desde sus inicios.

Es por ello que las sesiones de trabajo de médicos del ring y jueces se tratan de temas de mucha relevancia para mejorar la seguridad del boxeador y salvaguardar su integridad.

Uno de los momentos más esperados será, sin duda, la sesión de clasificaciones y peleas mandatorias, en la que nunca la falta la polémica con algunos promotores que pelean por clasificar de la mejor forma a sus boxeadores y donde también se conocerá el futuro de algunos campeones sobre sus retadores mandatorios.

Esta semana en Hamburgo tendremos una importante función de box en las instalaciones del hotel sede y que será presentada por Universum Boxing, en la que se realizarán nueve peleas profesionales, una de ellas de título mundial donde la campeona supermosca, Ashley “Chiquita” González, expondrá su campeonato verde y oro ante la española Mary Moreno. Como siempre, las mujeres dan un gran espectáculo y no tenemos duda de que esta pelea no será la excepción. Mucho éxito para las dos.

¿Sabías que…? Esta es la primera vez que se realizará de manera conjunta la convención varonil y femenil. Es la edición 62 para varones y la cuarta femenil, en un deporte en el que las boxeadoras están creciendo a pasos agigantados y cada vez más en el gusto de la gente. Además de la Barby Juárez, también estará en Hamburgo Jelena Mrdjenovich, una asidua invitada a las convenciones, entre otras más.

 

Anécdota de hoy… Mike Tyson y Evander Holyfield protagonizaron dos memorables peleas, la segunda recordada por la mordida de Iron Mike en una de las orejas de Holyfield. Fue el 28 de junio de 1997 en Las Vegas donde ocurrió el incidente que quedaría marcado para siempre tras la descalificación a Tyson. La rivalidad que ambos tenían en el ring incluso creció y los legendarios peleadores no se hablaron por 14 años.

Fue precisamente en la Convención Anual del 2011 en Las Vegas, que mi papá pudo reunirlos para que se dieran un abrazo y terminar con esa enemistad.

En aquella ocasión recuerdo que dijo que él estaba muy feliz porque se había visto una gran hermandad en la familia del boxeo. Por esa razón, le pidió a Evander Holyfield que subiera al estrado para que le pusiera el cinturón a Mike Tyson, por aquella rivalidad que había entre ambos. Él aceptó muy gustoso, provocando la alegría entre todos nosotros y se selló con un gran aplauso cuando ambos se fundieron en un gran abrazo.