Sin embargo, la emperatriz Masako no estará presente en la ceremonia, la cual tendrá lugar sin participación del público, además solo estarán presentes algunas personalidades japonesas y extranjeras.

Aunque el emperador de Japón está desprovisto de poder político, encarna una figura simbólica para el país.

Según la prensa local, Naruhito debería declarar este viernes la apertura oficial del evento como presidente de honor de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio, pero un responsable de la Agencia de la Casa Imperial no lo confirmó.

A finales de junio, el jefe de la Agencia de la Casa Imperial, Yasuhiko Nishimura, declaró a la prensa que el emperador estaba “muy preocupado” por el aumento de casos de covid-19 a medida que se acercaban los Juegos Olímpicos.