«Este es uno de los circuitos en los que Álex tiene algo más». Eso decía Marc Márquez ayer tras la primera jornada de entrenamientos libres, y como buen conocedor de su hermano (nadie le conoce mejor que él), lo clavó. Queda el momento cumbre del fin de semana con la carrera larga, pero al menos en el formato sprint el pequeño de la dinastía es el que marcó la diferencia. Sólo le faltaba ganar a su hermano en un duelo ‘directo’ y lo hizo este sábado con una carrera impecable y un ritmo que ni el #93 fue capaz de seguir.
Tras la aparatosa caída del FP2, que le lastró luego en la lucha por la pole, Álex Márquez logró dar la vuelta a la situación el sábado para postularse como el piloto a batir en Silverstone. El viento era fuerte, pero Álex lo era más. Triunfo por la vía corta para frenar el pleno de su hermano Marc e invertir el orden de las otras seis carreras al sprint: de nuevo doblete Márquez, pero esta vez con la medalla de oro para Álex y la de plata para Marc.
Y eso que Marc amenazó con pasar el rodillo con una primera vuelta sobresaliente. Arrancando cuarto, el líder de MotoGP superó a Bagnaia en la salida, a su hermano en la curva 6 y a Quartararo en la curva 15 para ponerse primero. Álex vio las intenciones y no tardó en pasar a Quartararo, y justo después llegó un momento clave: Marc se fue largo nada más empezar la segunda vuelta y dejó vía libre para que Álex tomase la delantera.