Con 89.3 metros de altura, la torre de control del AIFA en Santa Lucía se convirtió en la segunda más alta de todos los aeropuertos del país, todo un hito, únicamente detrás de la titánica torre de Cancún de 96 metros.

De acuerdo con Excelsior, la torre en el AIFA es de concepto prehispánico y su circunferencia representa el escudo “chimalli”, mientras que la torre en sí es la espada macuahuilt que los mexicas hacían de madera de obsidiana para el guerrero líder.

La torre de control fue hecha del acero que recopilaron de lo que era el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco.

Como dato particular, el AIFA presume que la torre, desde su cimentación, es mano de obra 100 por ciento mexicana.