La Profeco emitió una alerta sobre la posible presencia de TBHQ (terc-butilhidroquinona), un aditivo con potencial efecto cancerígeno y tóxico para el hígado, en algunas galletas saladas populares en México.

Aunque este conservador está permitido en cantidades controladas, se advierte que su consumo frecuente, sumado al exceso de sodio y calorías, puede representar un riesgo significativo para la salud. Y, pese a que está aprobado por regulaciones internacionales, estudios en animales han mostrado que este químico puede causar mutaciones celulares, tumores y daño hepático.

Uno de los productos que ha generado mayor preocupación es el paquete de Saladitas Gamesa, el cual desde el empaque advierte con sellos de advertencia como “Exceso de calorías”. De acuerdo con el análisis, por cada 100 gramos del producto se concentran 409 calorías, superando los niveles recomendados. Aunque una porción habitual (6 galletas) solo representa 12 gramos, esta cantidad ya cubre aproximadamente el 2.5 % de la ingesta calórica diaria, lo cual es elevado considerando lo pequeño de la porción.

Además, el producto también presenta el sello de “Exceso de sodio”. Se detectó que en solo 6 galletas pequeñas —cantidad estándar por empaque— hay 184 miligramos de sodio, lo que representa el 9.2 % del total diario recomendado para adultos y hasta el 12.6 % para niños. Esto resulta especialmente preocupante para personas con hipertensión o quienes deben vigilar el consumo de sal.

Como si fuera poco, el estudio realizado por Profeco también reveló que este producto contiene un porcentaje considerable de jarabe de maíz de alta fructosa, uno de los endulzantes más nocivos para la salud. Este dato resulta relevante, ya que se trata de un alimento de sabor salado, en el que se esperaría prescindir de edulcorantes añadidos. Sin embargo, su inclusión sugiere una formulación poco saludable que prioriza el bajo costo de producción sobre la nutrición del consumidor.