Durante los siglos XIX y XX, en Suecia, Okno, existió una joven llamada Karolina Olsson, quien cayó en cama por 32 años como parte de un caso psiquiátrico que acaparó los análisis médicos de muchos siglos.
Karolina se crió en una pequeña isla de Okno al sur de Suecia, en la que vivían poco menos de 20 personas, entre ellas la pequeña y su familia de pescadores. Era muy común verla jugando, sin embargo, en la navidad de 1875 quedó paralizada.
La pequeña se quedó “dormida” a sus 14 años, nadie podía levantarla de la cama y después de un mes de estar internada en el hospital de Oskarshamn, le diagnosticaron con demencia paralítica o parálisis general.
La pequeña duró 32 años, cuando despertó tenía 46 años, pero parecía de 25. Al parecer, la verdadera razón fue que la madre le daba comida y cuidados cuando veía que trataba de despertar, esto con tal de que no saliera de la casa por miedo a los cambios hormonales que presentaría la pequeña.
Todavía no queda claro cómo pasó esto pero se sabe que Karolina Olsson murió en 1950, producto de un derrame cerebral.