Microsoft ha anunciado que subirá los precios de sus títulos exclusivos ‘first party’ para las consolas Xbox Series X|S a partir del próximo año, que pasarán a ser 10 dólares más caros.
El responsable de Xbox y director ejecutivo de Microsoft Gaming, Phil Spencer, adelantó a finales del pasado mes de octubre que la compañía se vería en la necesidad de aumentar los precios de sus productos.
Este cambio no solo tendría repercusión en la consola, sino también en sus videojuegos propios y su servicio de suscripción, Xbox Game Pass.
En primer lugar, la compañía comenzará a encarecer algunos de sus títulos. Concretamente, los de primer nivel (‘first party’) de desarrollo propio cuyo lanzamiento está previsto para el próximo año, incluidos la próxima entrega de la saga Forza Motorsport, Redfall y Starfield.
En lugar de los 59,99 dólares habituales que cuestan estos videojuegos, los mencionados saldrán a la venta por 69,99 dólares, un aumento que se “refleja el contenido, la escala y la complejidad técnica de estos títulos”, tal y como ha comentado un portavoz de Microsoft a IGN.
Conviene recordar que cuando Sony anunció que incrementaría el precio de su consola, PlayStation, en agosto de este año, Microsoft –principal competidora de la compañía nipona– insistió en que mantendría el precio de Xbox, pero no hizo referencia al resto de sus servicios hasta las declaraciones de Phil Spencer.