A pesar del impresionante boom que las redes sociales tuvieron desde su creación, su burbuja no tardó mucho en reventar en cuanto a reputación y percepción de marca. A lo largo de la última década, este aspecto de las redes sociales ha sido el protagonista de varias controversias.
Situaciones como la crisis de Cambridge Analytica o la desinformación relacionada a las vacunas y tratamientos para el Covid-19 que circuló a lo largo de la pandemia han creado un clima de desconfianza con respecto a las redes sociales y a lo que su uso implica para los usuarios.
Debido a esto, la confianza que generan para los usuarios ha seguido en declive. Hoy los consumidores confían menos en ellas de lo que lo hacían ayer y esto se debe a varias razones. La primera, y una de las más importantes, es el uso indebido de los datos personales de los usuarios.
Este tema ha sido uno recurrente en los últimos años debido a que muchas empresas han sido acusadas de recopilar y utilizar información personal de sus usuarios sin obtener su consentimiento y esto ha generado una preocupación general sobre la privacidad de la información en línea.
Otro factor que ha influido en este cambio es que las redes sociales han sido muy criticadas por ser medios en los que se difunde información falsa y noticias falsas, ya que esto puede llegar a generar desinformación sobre temas importantes o a facilitar la promoción de teorías conspirativas sin base.
Este factor va muy de la mano con la manipulación de contenido, que también ha influido en la disminución de confianza por parte de los usuarios. Prácticas como la eliminación selectiva de publicaciones o la amplificación de mensajes relacionados a intereses comerciales o políticos han llevado a una pérdida de confianza en la objetividad e integridad de los contenidos.
Por último, algo que también preocupa a los usuarios es la ausencia de regulación consistente sobre el uso de estas plataformas. Aunque algunos países han empezado a regular este tema, aún existe mucha incertidumbre sobre cómo se debe manejarse este tema. Esta falta de claridad al respecto ha generado preocupaciones sobre la protección de los derechos de los usuarios.