El cambio climático es una realidad global, y algunas regiones del mundo son especialmente vulnerables a sus efectos. El calentamiento global ha intensificado las temperaturas, alterado los patrones de precipitación y aumentado la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, lo que ha afectado gravemente tanto a los ecosistemas como a las economías locales.
Según el Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la creciente recurrencia de eventos climáticos extremos ha tenido un impacto devastador en comunidades de África, Asia, América Central y América del Sur, exacerbando la inseguridad alimentaria y hídrica en estas regiones.
Para las comunidades que dependen de la agricultura, estos impactos pueden resultar especialmente destructivos, provocando pérdidas significativas de cosechas y graves consecuencias económicas. En este contexto, contar con pronósticos precisos de lluvias es crucial para garantizar el éxito desde la siembra hasta la cosecha.
Oscar Delgado, director de ventas para Latinoamérica de Myriota, empresa líder en conectividad satelital para el Internet de las Cosas (IoT) y dispositivos de baja potencia, explica que esta información permite a los agricultores planificar con antelación el riego, la fertilización y otras prácticas agrícolas, lo que contribuye a proteger los cultivos y optimizar el uso de recursos.
Además del riego, la vigilancia satelital también es clave para cubrir otras necesidades esenciales del sector agrícola. Esto incluye el monitoreo del nivel de los ríos para prevenir inundaciones, asegurar un suministro constante de agua para el ganado y detectar los primeros signos de sequía, lo que permite una gestión más eficiente del recurso hídrico.
Los dispositivos satelitales también proporcionan comunicaciones fiables en zonas remotas y durante cortes de energía provocados por tormentas, lo que mejora la resiliencia en el campo, reduce los riesgos y protege tanto los cultivos como la infraestructura.
“Al combinar la conectividad satelital con soluciones IoT, los agricultores y las industrias pueden enfrentar de forma proactiva los desafíos ambientales, lo que garantiza una mayor resiliencia y eficiencia operativa. Esto se traduce en una reducción sustancial de residuos, un uso más sostenible de los recursos, una gestión optimizada de los activos clave y mejores resultados financieros. Además, la tecnología satelital reduce significativamente el costo total de propiedad, hasta en 50 veces, lo que refuerza su atractivo para quienes buscan soluciones innovadoras y rentables”, concluye Delgado.