La investigación desarrollada por expertos de la Universidad de Yale, demuestra que es posible ralentizar el rápido deterioro que sufre el organismo después de la muerte, lo cual podría tener aplicaciones útiles para alargar la vida.
Pues dijeron que la administración de un líquido protector de células especialmente diseñado para órganos y tejidos, podría, mantener durante más tiempo en buen estado órganos que están siendo trasplantados, además esto también ampliaría la disponibilidad de éstos mismos.
Incluso uno de los investigadores llamado David Andrijevic, explicó que “todas las células no mueren inmediatamente, hay una serie de eventos más prolongados. Se trata de un proceso sobre el que se puede intervenir, detener y restaurar algunas funciones celulares”.
Señalaron que esta tecnología, está compuesta por una máquina de perfusión, similar a las que imitan el trabajo del corazón y pulmones durante trasplantes, y por un fluido experimental que contiene compuestos que pueden mantener la salud celular y evitar la inflamación en todo el cuerpo del cerdo.