La agencia estadounidense NASA está lista para enviar desde Florida un satélite ambiental de alta definición que tomará mejores imágenes espaciales y medirá con mayor precisión y anticipación los huracanes, las tormentas eléctricas, los tornados y gran variedad de amenazas naturales.
Un cohete Atlas V, de la compañía United Launch Alliance, será el encargado de llevar al espacio el llamado GOES-T el martes 1 de marzo con una ventana de despegue de dos horas que comienza de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en el centro de Florida.
La NASA subrayó que ha pasado años construyendo los instrumentos y la nave espacial, integrando todos los componentes del satélite y realizando pruebas rigurosas para asegurarse de que pueda soportar “las duras condiciones del lanzamiento y residir a unos 35 mil 700 kilómetros sobre la Tierra“.
El GOES-T de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA) es el tercer satélite de la serie GOES-R, “el sistema de observación del clima y monitoreo ambiental más sofisticado del hemisferio occidental”.
La serie “proporciona imágenes avanzadas y mediciones atmosféricas, mapeo en tiempo real de la actividad de los rayos y monitoreo del clima espacial”, detalla la NASA.
NOAA explicó este sábado que el apoyo terrestre es fundamental para esta serie de satélites.
Esta agencia federal desarrolló un sistema terrestre de última generación que recibe datos de la nave espacial y “genera productos de datos en tiempo real”.
Alerta mejorada de inundaciones e incendios
La red de satélites GOES ayuda a los meteorólogos a observar y predecir eventos meteorológicos locales que afectan la seguridad pública, incluidas tormentas eléctricas, tornados, niebla, huracanes, inundaciones repentinas y otras condiciones climáticas severas.
Entre los beneficios específicos de este sofisticado sistema, la NOOA resalta mejores pronósticos comprobados de trayectoria e intensidad de huracanes y el aumento del tiempo de anticipación de tormentas eléctricas y tornados.
De igual forma habrá una alerta más temprana de los peligros de caída de rayos a tierra, mejor detección de lluvias torrenciales y riesgos de inundaciones repentinas.
Según NOAA, esta tecnología permitirá mejoras en el control del humo y el polvo, en las advertencias y alertas de calidad del aire y en la detección de incendios y estimación de su intensidad.
Otros de los avances serán en los campos de detección de nubes bajas/niebla y la seguridad del transporte y la planificación de rutas de aviación.
También hará más precisas las advertencias para interrupciones de comunicaciones y navegación y apagones y el monitoreo de partículas energéticas responsables de los riesgos de radiación.