Ir a una nueva aventura con un viejo amigo, así es como se siente The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, que este viernes finalmente llega a las manos de los videojugadores en la consola Nintendo Switch.
Su desarrollo comenzó hace seis años, con Eiji Aonuma como productor y Hidemaro Fujibayashi como el director, como una secuela directa de The Legend of Zelda: Breath of the Wild y justamente ahí radicaba el reto para los desarrolladores porque dicho título se volvió rápidamente uno de los favoritos de fanáticos.
En Excélsior tuvimos la oportunidad de probarlo y, al inicio, los que jugaron Breath of the Wild sentirán que están regresando a casa… hasta que comienzan a descubrir las nuevas habilidades que tiene Link y Tears of Kingdom comienza a brillar.
No vamos a entrar en spoilers de la historia, sólo deben saber que la historia comienza con Zelda y Link en el proceso de reconstrucción de Hyrule investigando unas ruinas relacionadas con una antigua civilización.
Todo se viene abajo cuando encuentran un cadáver momificado que despierta y, como en otros títulos, hace que los caminos de Zelda y Link se separen, este último incluso sufre una grave herida que provoca que ahora tenga un nuevo brazo.
Dicho fenómeno también provocó que el Castillo de Hyrule y otros pedazos de tierra se eleven formando una especie de islas flotantes y ahí es donde Link comienza su aventura.
Uno de los puntos fuertes de Tears of the Kingdom es justamente el modo de juego, el cual recae en gran parte en el nuevo brazo de Link porque su mano permite al jugador acceder a nuevas habilidades. Por ejemplo, la Ultramano que permite asir objetos, moverlos e incluso fusionarlos para generar nuevas cosas y es clave.
Otras habilidades con la mano de Link son Infiltración que permite atravesar paredes, montañas y otras estructuras. Imperdible.
TECNOLOGÍA DE OTRO MUNDO EN TEARS OF THE KINGDOM
Algo que tomaron muy en cuenta los desarrolladores es que Tears of the Kingdom será jugado tanto por fanáticos antiguos como por nuevos, lo que se refleja en la forma intuitiva en que se aprenden las nuevas habilidades y mecánicas de juego.
Los jugadores también deberán aprovechar la tecnología de esa antigua civilización, los Zonnan, porque con ésta se podrán hacer diferentes dispositivos como balsas con motor, planeadores, habrá hasta batería para poder mover otros objetos.
Un punto destacable es que se trata de un mundo semiabierto y le da la oportunidad al videojugador de explorar este Hyrule que, en cierto modo luce cambiado, tanto por las islas flotantes como por la pasada guerra.
Nosotros en las primeras horas de juego pensábamos que ya habíamos recorrido todas las islas y éramos sorprendidos con nuevos pasadizos e, incluso, en algún momento aún con el mapa nos sentíamos perdidos como si fuera un mundo muy grande. Eso sin contar que se tiene además el nivel de suelo normal y que también hay cosas por descubrir en el subsuelo.
Aunque hay ciertos elementos conocidos como las cuatro zonas, es decir, Zora, Goron, Gerudo y Orni y, para alegría de muchos, regresan las mazmorras con retos tanto sencillos como difíciles.
De hecho, las habilidades que tiene la mano de Link ahora hacen que los jugadores se pongan mucho más creativos al momento de resolver los retos de éstas.
En cuanto a las gráficas se logra ver una mejora en comparación a su predecesor porque alcanza una resolución de 1080p en Modo TV y cerca de 720p en Modo Portátil con 30 cuadros por segundo, llevando al máximo a la Nintendo Switch.
De hecho, en las horas que lo llevamos jugando hemos encontrados muy pocas caídas de cuadros y/o bugs.
La banda sonora sigue jugando un papel importante en esta entrega y se mantiene a la altura de la saga, en lo que respecta a las voces se cuenta con una versión en español latinoamericano y la posibilidad de cambiarlo a japonés para los más hardcore fans.
SOBRE THE LEGEND OF ZELDA: TEARS OF THE KINGDOM
Desarrollador: Nintendo
Plataforma: Nintendo Switch
Género: Acción y aventura
Jugadores: Uno
Fecha de lanzamiento: 12 de mayo de 2023