El Parlamento portugués aprobó este viernes la versión final de una ley que despenaliza la eutanasia, con lo que el paÃs se suma a los pocos del mundo que permite a una persona con una enfermedad incurable poner fin a su sufrimiento. La ley fue adoptada, gracias en particular a los socialistas, que disponen de mayorÃa absoluta, por 129 votos a favor y 81 en contra, del total de 230 diputados con que cuenta la cámara portuguesa.
“Confirmamos una ley que ha sido votada varias veces por una gran mayorÃa”, se felicitó la diputada socialista Isabel Moreira, una de las principales promotoras de la despenalización de la eutanasia.
Según la nueva ley, las personas de más de 18 años podrán solicitar asistencia para morir si sufren una enfermedad terminal y un sufrimiento insoportable. Solamente cubrirÃa a quienes sufren dolores “duraderos” e “intolerables”, a menos de que no se les considere mentalmente capacitados para tomar una decisión.
Se aplicará a ciudadanos portugueses y residentes legales, y no a extranjeros que llegan al paÃs en busca de un suicidio asistido. El tema dividió a este paÃs de tradición católica y enfrentó la dura oposición del presidente conservador Marcelo Rebelo de Sousa, un católico practicante. El proyecto de ley fue aprobado por el Parlamento portugués en cuatro ocasiones en los últimos tres años, pero fue devuelto para una revisión constitucional debido a la oposición del presidente.
Para evitar el veto del jefe del Estado, que dispone ahora de ocho dÃas para promulgar el texto, los socialistas decidieron votar por segunda vez el mismo proyecto de ley. Tras la publicación de los decretos de aplicación, la ley podrÃa entrar en vigor en otoño, según las estimaciones citadas en la prensa local.
Rebelo de Sousa ha vetado proyectos previos por considerar que tenÃan “conceptos excesivamente vagos”, y posteriormente dijo que el lenguaje utilizado para describir las condiciones terminales eran contradictorias y requerÃan una clarificación. La nueva versión de la ley establece que la eutanasia sólo está permitida en casos en que “el suicidio médicamente asistido resulte imposible debido a la incapacidad fÃsica del paciente”.
Rebelo de Sousa pidió a los legisladores precisar quién certificará si un paciente es fÃsicamente incapaz de un suicidio asistido, pero esta vez los legisladores se negaron a modificar el texto. “La adopción de esta nueva ley ha sido relativamente rápida comparada con otros paÃses grandes”, señaló Paulo Santos, miembro de la organización “Derecho a morir con dignidad”.
Pero “la lucha no termina ahÔ, añade, porque muchos médicos podrÃan ampararse en la objeción de conciencia para no practicar eutanasias, como hacen algunos en el caso del aborto, legalizado en 2007 en referéndum. De su lado, los crÃticos señalan que el tema no ha sido sometido a referendo y esperan que los diputados de oposición vuelvan a pedir a la Corte Constitucional revisar el proyecto.
“Es un capricho de los diputados que no quisieron escuchar a nadie”, reclamó José Seabra Duque, miembro de la Federación Portuguesa por la Vida. La eutanasia y el suicidio asistido están autorizados solo en un puñado de paÃses europeos, incluidos España, Bélgica, Luxemburgo y PaÃses Bajos.