El responsable de Xbox y director ejecutivo de Microsoft Gaming, Phil Spencer, ha sugerido que Microsoft se verá en la necesidad de subir los precios de sus productos de Xbox, tanto de la consola como de juegos y su suscripción próximamente, a pesar de haberlos mantenido en los últimos años.
Actualmente la consola Xbox Series X tiene un precio de al menos 13 mil 900 pesos, mientras que Xbox Series S se puede adquirir por 6 mil 400 pesos, aunque depende de la tienda donde se compre.
Su servicio de suscripción, Xbox Game Pass, va desde los 220 pesos al mes correspondiente a Ultimate (también incluye el servicio de Gold).
El responsable de Xbox ha comentado cómo prevé el futuro tanto de la consola que desarrolla como de los juegos y su servicio de suscripción Xbox Game Pass y ha sugerido que tendrá que subir los precios de los servicios de Xbox, sin detallar cuáles serían susceptibles de este incremento.
Lo ha hecho en el marco de WSJ Tech Live, unas jornadas enfocadas a la industria de la tecnología, en una ponencia que se ha titulado ‘Beyond Xbox: The Future Of Video Games At Microsoft’, en el que se ha tratado el crecimiento de sus servicios en la nuve, las suscripciones y sus planes de adquirir Activision Blizzard.
Hemos mantenido el precio de nuestra consola, el de los juegos… y nuestra suscripción. No creo que podamos hacer eso para siempre. Creo que en algún momento tendremos que subir algunos precios en ciertas cosas”, ha dicho Spencer, según ha reproducido el editor sénior de The Verge Tom Warren.
Estas declaraciones contrastan con las emitidas a finales del pasado mes de agosto, cuando la compañía señaló que mantendría el precio de la consola Xbox ante la subida de la PlayStation 5 (PS5), fabricada por Sony.
Esta última había anunciado días antes la subida del precio final tanto en las consolas Digital Edition como en los modelos con soporte para Blu-ray, en Europa, Reino Unido, China, México, Canadá, Australia y, en última instancia, Japón, donde se hizo efectiva poco después.
Cabe recordar que Microsoft y la compañía nipona llevan enfrentadas desde principios de este año, cuando la primera anunció que había llegado a un acuerdo para comprar la editora y desarrolladora de videojuegos populares como Call Of Duty, Activision Blizzard.