Así como hay diversidad de elementos que pueden maltratar y agredir el cabello, también hay variadas formas de resguardarlo. Una de ellas es usando un termoprotector capilar o protector térmico. Como su nombre lo da a entender, estos productos se aconsejan cuando se emplean elementos de calor, como el secador o la plancha.
Su función es proteger las hebras capilares frente a los daños causados por las altas temperaturas. Por ende, son infaltables cuando se utilizan con regularidad las herramientas mencionadas. ¿Qué son exactamente? ¿Cuáles son sus beneficios?
Termoprotector capilar: cómo y para qué se usa
Los elementos de calor capilares —como las planchas, las pinzas y los secadores— permiten tener el cabello arreglado y bien presentado. No obstante, su uso a medio y largo plazo comprometen la salud capilar.
Cuando se emplean de forma regular, sin precaución alguna, conllevan al deterioro de las hebras del pelo al producirles sequedad, daños en la cutícula protectora y en su estructura. Por fortuna, hoy en día hay productos que ayudan a contrarrestar estos efectos.
El termoprotector capilar (también llamado protector térmico) es una de esas opciones para mitigar los daños causados por las altas temperaturas. Su composición crea una barrera protectora contra el calor y permite restablecer o mantener la estructura de las fibras. De hecho, aporta un extra de hidratación.
Los estilistas profesionales que se encargan del cuidado de la cabellera de los actores, los modelos, los cantantes o los presentadores de televisión no utilizan las herramientas de calor sin antes haber aplicado un protector térmico.
Por supuesto, los termoprotectores capilares son aptos para cualquier persona, más allá de su tipo de pelo. Hay fórmulas para todas las necesidades. En general, su uso se sugiere en los siguientes casos:
Cuando el cabello está aún húmedo, antes de usar el secador de pelo.
Cuando el cabello ya está seco, antes de utilizar la plancha, el rizador o el cepillo eléctrico.
A menudo, se prefiere su uso sobre el pelo húmedo, ya que en este momento se pueden absorber mejor sus nutrientes. En cualquier caso, la recomendación es separar el cabello en mechones y aplicar bien, capa por capa, de arriba hacia abajo, haciendo énfasis en las puntas.
Tipos de termoprotector capilar
Hay varias clases de termoprotectores capilares, según su consistencia y modo de aplicación. Cada uno es adecuado o recomendado para los distintos tipos de pelo. Entre estos tenemos las siguientes opciones:
Spray: es un producto líquido, ligero y fácil de aplicar con rociador. Se recomienda para cabello graso, así como normal o fino, ya que no contribuye con el incremento del sebo en el cuero cabelludo.
Óleo o aceite: ayuda a sellar la capa córnea del cabello y mantiene intactas sus proteínas. Se recomienda para pelo seco y quebradizo; deja el cabello brillante y más fácil de peinar.
Crema: esta es una fórmula protectora, con ingredientes que hidratan y nutren a la vez. Está formulado para cabellos maltratados o teñidos.
Ahora bien, dado que existe variedad en cuanto a protectores térmicos en el mercado, se deben tener en cuenta algunas recomendaciones al momento de elegir; por ejemplo, su composición.
Es oportuno señalar que estos productos contienen ingredientes como el aceite de argán, así como vitaminas y ácidos que favorecen el crecimiento saludable del cabello y protegen del maltrato. Incluso, previenen el envejecimiento capilar.
Sin embargo, es conveniente leer su etiqueta. De hecho, lo idóneo es consultar con un profesional del cuidado del cabello sobre cuál puede ser el mejor según las características individuales de cada melena. Esto con el fin de constatar que no contengan un ingrediente que pueda resultar perjudicial.
Beneficios de usar protector térmico
Como hemos comentado, el principal objetivo de este tipo de productos es proteger contra el calor que generan los aparatos como el secador de pelo o la plancha. De esta manera, se obtienen los siguientes beneficios:
Evitar que se pierda el color del cabello.
Mantener el brillo natural.
Aumentar la hidratación.
Mantener el cabello más flexible y manejable.
Hacer que el cabello luzca más saludable.
Cuidar el cabello del calor: tarea integral
Si bien el uso de termoprotector capilar es importante, no hay que olvidar que cuidar el cabello es una tarea que requiere de una atención integral. Por ende, son diversos los aspectos que se deben atender.
Respecto a los aparatos que generan calor, es importante graduar el regulador de temperatura para evitar que se quemen las hebras. Con los cabellos muy finos o que tienen tratamientos, la temperatura no debería exceder los 180° C. Si el dispositivo no tiene regulador, es recomendable adquirir uno que sí lo tenga.