Al finalizar un tratamiento de ortodoncia es indispensable que los pacientes cuiden del trabajo realizado con la ayuda de retenedores dentales. Estos aparatos juegan un papel crucial, ya que previenen que las piezas dentales vuelvan a su posición original con el paso del tiempo.

El llamado «periodo de retención» es la última parte de todo proceso de ortodoncia y tomarlo con seriedad es clave para que los dientes no vuelvan a torcerse naturalmente. Por fortuna, en la actualidad se pueden encontrar varios tipos de retenedores, que son imperceptibles y nos permiten conservar una dentadura y mordida sanas.

¿Cuál es la función de los retenedores dentales?

Este aparato tiene como función principal conservar la correcta posición de los dientes después de un tratamiento con brackets o alineadores invisibles. Adquirir retenedores dentales de calidad es vital, pues deben usarse de manera obligatoria durante el tiempo que precise cada dentista. Esto con el fin de, además, prevenir pérdidas dentales y mejorar problemas de maloclusión.

Según una investigación liderada por el Departamento de Odontología Interdisciplinaria de la Universidad Médica de Pomerania, Polonia, la estabilidad de la posición de los dientes tras finalizar una ortodoncia depende de múltiples factores; desde hábitos personales hasta una correcta adhesión. Por lo tanto, ningún retenedor puede garantizar una perfecta estabilidad de la alineació n dentaria.

No obstante, el uso de estas piezas es obligatorio si se desean conservar por más tiempo los resultados de la ortodoncia. Es por lo que la mayoría de los dentistas recomiendan usarlo durante el primer año después del tratamiento. Luego de ese lapso se aconseja seguirlos utilizando, pero con menos frecuencia.

¿Qué tipos de retenedores dentales existen?

En la actualidad, los odontólogos ofrecen a sus pacientes dos tipos de retenedores según sus preferencias y estilo de vida: los retenedores removibles y los retenedores fijos. Cada opción brinda beneficios importantes y su uso constante ayuda a evitar que los dientes se muevan y, si llegan a hacerlo, que sea un cambio mínimo e imperceptible. Estas son sus características.

 

1. Retenedores removibles

Se trata de un pequeño aparato que se adapta a la perfección a la dentadura de los pacientes y gracias a su forma única permite que los dientes se mantengan en su lugar. Suele ser la opción más clásica para cuidar de la ortodoncia, ya que es muy fácil de ponerse o quitarse dependiendo de las necesidades (comer, hablar, cepillarse los dientes, usar hilo dental, etc.).

Dentro de esta categoría encontramos dos tipos de retenedores. El primero es el retenedor tipo Hawley, que se compone de un alambre metálico unido a un arco de acrílico que abraza los dientes y se nota visiblemente al sonreír. Acorde con algunos estudios, sus tasas de fallo suelen ser muy bajas, pero es un aparato que puede causar vergü enza est ética e incomodidad al hablar.

Por su parte, los pacientes también pueden recurrir al retenedor formado al vacío, también llamado popularmente como Essix. Se trata de una férula dental envolvente de PVC que cubre la dentadura y no afecta tanto la apariencia como el Hawley. Sin embargo, a pesar de ser una opción económica, se pueden romper y rayar con mayor facilidad.

2. Retenedores fijos

A diferencia de los removibles que pueden quitarse y ponerse a conveniencia de los pacientes, los retenedores fijos son inamovibles y están adheridos a los dientes a través de brackets y adhesivos. Se trata de un retenedor metálico hecho a la medida, imperceptible al momento de hablar/reír y con el que se puede comer sin ningún problema.

Además, es una pieza que requiere de mantenimiento mínimo si se instala en un centro odontológico certificado. Solo se necesita cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental después de cada comida. Por lo tanto, ya que es un aparato que se lleva durante varios años seguidos, es indispensable la higiene oral para evitar la acumulació n de sarro.

Beneficios de los retenedores dentales fijos

Para conservar la correcta posición de los dientes es fundamental el uso de retenedores. Y es que su uso constante es la única manera de garantizar una dentadura alineada y sin ninguna desviación. Por esta razón, si no se cuenta con la responsabilidad para ponerse y quitarse un retenedor removible todos los días, es mejor optar por uno fijo y evitar que los dientes vuelvan a su sitio original.

 

Estas son las principales ventajas de utilizar retenedores dentales fijos:

Conservan la armonía dental. Sin duda alguna, el mayor beneficio de los retenedores es poder mantener con el paso del tiempo el esfuerzo invertido durante la ortodoncia y gozar de unos dientes en orden.

Tienen una buena calidad/precio. A pesar de que es verdad que los retenedores removibles pueden ser más económicos, también tienen una menor calidad y se hace necesario reponerlos con regularidad. Adquirir un retenedor fijo es una inversión a futuro.

Son aparatos cómodos. Al hablar de imperceptibilidad y comodidad, los retenedores fijos no irritan las encías, las mejillas o el paladar. Después de dos días de uso solo los sentirás al tacto con la lengua.

Permiten sonreír sin miedo. Los retenedores fijos son perfectos para los adultos y los adolescentes que quieren reír sin miedo y disfrutar de la libertad de mostrar su dentadura. Esto gracias a que, al estar hechos a la medida, son muy discretos e invisibles.

Se limpian con facilidad. Con el fin de prevenir la acumulación de sarro y placa es indispensable que se lleve una rutina diaria de higiene dental para asegurar la durabilidad de los retenedores. Además, se debe visitar al odontólogo para revisiones generales.

Después de una ortodoncia, los retenedores dentales son los mejores aliados

Ahora que conoces qué son los retenedores dentales, qué tipos existen y cuáles son sus principales beneficios, es momento de que comiences a pensar cuál te gustaría utilizar al terminar tu ortodoncia. Recuerda que, sin importar el modelo que elijas, lo mejor es que acudas a un centro profesional en donde cuiden de tu salud y puedas tener la sonrisa que siempre soñaste.