Los quistes dermoides son tumoraciones saculares que contienen cabellos, dientes, fluidos y tejido glandular. Pueden formarse en el cráneo, la médula espinal, la cara y los ovarios. En este caso, hablaremos de los quistes dermoides ováricos.

En general, se forman antes de nacer, tienen un crecimiento lento y suelen ser benignos. También son denominados teratomas quísticos maduros por sus características histológicas. No aparecen en respuesta a los cambios hormonales asociados al ciclo menstrual.

En la actualidad, estos quistes representan los teratomas más comunes y suponen del 10 % al 20 % de las tumoraciones ováricas en el mundo, según refieren estudios. En niñas y adolescentes su prevalencia se eleva hasta un 50 %. Además, son considerados los tumores ováricos más frecuentes durante el embarazo.

Síntomas comunes

Los quistes dermoides ováricos no causan síntomas y pueden pasar desapercibidos hasta en un 85 % de los casos, según investigaciones. Por tal motivo, el diagnóstico suele ser incidental, durante un examen de imagen de rutina.

Los quistes ováricos de mayor tamaño sí pueden producir signos y síntomas de alarma. Esto es más frecuente en las mujeres en edad reproductiva, entre los 20 y los 40 años.

En este sentido, algunos de los síntomas comunes de los quistes dermoides ováricos son los siguientes:

 

Estreñimiento.

Dolor pélvico.

Náuseas y vómitos.

Distensión abdominal.

Dificultad para orinar.

Dolor en la parte baja del abdomen.

Dolor durante las relaciones sexuales.

Aumento o disminución del apetito.

Masa palpable en la parte baja del abdomen.

Síntomas raros

En general, los quistes dermoides ováricos son pequeños y miden entre 1 a 10 centímetros. No obstante, existen algunas tumoraciones de mayor tamaño que pueden alcanzar más de 15 centímetros.

Los quistes grandes suelen causar varios síntomas poco comunes:

Fiebre.

Sangrado vaginal.

Dolor abdominal intenso.

Pérdida de peso involuntaria.

¿Cuál es la causa de los quistes dermoides ováricos?

Los teratomas quísticos maduros se desarrollan durante la vida intrauterina, antes del nacimiento. Se forman a partir del crecimiento anormal de las células germinales, que eventualmente dan lugar a la piel, el cabello, los dientes y las vías nerviosas.

De esta forma, se crea una masa heterogénea de diversos tejidos que se encapsulan y acumulan en el interior de los ovarios. En ocasiones, también se desarrollan glándulas en el interior del quiste, que promueven la producción de sebo y el crecimiento progresivo de la tumoración.

¿Por qué los quistes dermoides tienen pelos y dientes?

Las células germinales son las unidades primordiales a partir de las cuales se forman todos los órganos y tejidos del ser humano. Durante el crecimiento del feto, estas se diferencian en tres capas:

Ectodermo: capa superior que origina la piel, el cabello, los dientes y las glándulas.

Mesodermo: capa media que se convierte en músculo y tejido conectivo.

Endodermo: capa inferior que da lugar al intestino, la vejiga y la mayoría de las vísceras.

En este sentido, cuando las células germinales crecen de forma atípica, promueven la formación de tejido maduro, como pelo y dientes, que se aglomeran y originan el quiste dermoide. De igual forma, estas tumoraciones también pueden contener tejidos de cualquiera de las otras capas germinales.

Complicaciones

Los quistes dermoides ováricos de mayor tamaño son de peor pronóstico y se asocian a un mayor riesgo de complicaciones. La torsión ovárica y la ruptura del quiste son los dos problemas más frecuentes de estas tumoraciones.

En contadas ocasiones, existe riesgo de que se malignicen.

Torsión ovárica

Esta complicación aparece cuando el ovario gira sobre su propio eje, así como alrededor de los ligamentos y tejidos que lo mantienen en posición. De esta forma, existe una compresión de los vasos sanguíneos que nutren al ovario y parte de la trompa de Falopio.

Los síntomas más frecuentes son los cólicos y los calambres intermitentes en la parte baja del abdomen, las náuseas y los vómitos. La torsión ovárica es una emergencia médica que requiere abordaje quirúrgico lo antes posible.

La eliminación de los quistes dermoides ováricos reduce el riesgo de torsión.

Ruptura de quiste ovárico

La ruptura espontánea de los quistes dermoides ováricos es un problema poco común que aparece hasta en el 2 % de las personas afectadas, según estudios. Esta complicación es más frecuente en mujeres en edad reproductiva o durante el embarazo.

El derrame del contenido del quiste aumenta la probabilidad de padecer peritonitis, lo que empeora el pronóstico. Es una emergencia médica que suele presentarse con los siguientes síntomas:

Taquicardia.

Mareos y cansancio.

Hipotensión arterial.

Pérdida de la consciencia.

Sangrado vaginal abundante.

Dolor intenso en la parte baja del abdomen.

Cáncer de ovario

Los quistes dermoides ováricos tienen un riesgo de malignización bajo, de alrededor de 1-2 %, según investigaciones. Por lo general, la probabilidad de desarrollar cáncer de ovario aumenta con la edad, siendo más frecuente en mujeres posmenopáusicas.

Estos quistes pueden transformarse en diferentes tipos de cáncer de ovario, siendo el carcinoma de células escamosas el más común. Otras formas incluyen el adenocarcinoma, el melanoma maligno y el carcinoma de células de transición.

Algunos síntomas asociados son los siguientes:

Dolor abdominal.

Pérdida involuntaria de peso.

Sensación de hinchazón del abdomen.

Masa palpable en la parte baja del abdomen.

¿Cómo se diagnostican los quistes dermoides ováricos?

En la mayoría de los casos, los quistes dermoides ováricos son un hallazgo incidental durante un estudio de imagen de rutina. La ecografía abdominal y el ultrasonido transvaginal son las pruebas que se relacionan con una mayor tasa de identificación de estas tumoraciones.

Por otro lado, la resonancia magnética nuclear es otro método que puede ser de utilidad para la detección de este tipo de teratoma. Los datos de los estudios de imagen son complementados con la exploración física y el interrogatorio exhaustivo por parte de los profesionales de salud.

¿Cuál es el tratamiento de los quistes dermoides ováricos?

El plan de tratamiento de los teratomas ováricos maduros está orientado a eliminar la tumoración y evitar problemas a largo plazo. En ciertos casos, puede ser necesaria la extirpación de la totalidad el ovario afectado. La terapéutica depende del tamaño del quiste, el estado general de la paciente y los planes reproductivos a futuro.

Los procedimientos de recesión de las lesiones tumorales incluyen la cistectomía ovárica, para extraer solo el quiste, y la ooforectomía, para extirpar todo el ovario. Suelen realizarse por laparoscopia o cirugía mínimamente invasiva.

Sin embargo, no todos los quistes dermoides ováricos tienen indicación inmediata de extirpación. Los criterios médicos que determinan la necesidad de la cirugía de recesión incluyen el crecimiento rápido de la lesión, las tumoraciones de gran tamaño, la presencia de síntomas y el riesgo de malignidad.

¿Cuándo buscar atención médica?

Los exámenes de rutina con un especialista son determinantes para la detección temprana de los quistes dermoides ováricos. De igual forma, es importante estar atentos y acudir a consulta con profesional de salud en caso de presentar síntomas de ruptura de quiste o torsión ovárica:

 

Dolores y calambres intensos en el abdomen.

Náuseas y vómitos persistentes.

Mareo y sensación de desmayo.

Sangrado vaginal.

Fiebre.

El abordaje temprano mejora la calidad de vida

El diagnóstico y manejo oportuno de los quistes dermoides ováricos condiciona un mejor pronóstico en las mujeres afectadas. En general, la extirpación quirúrgica ofrece una cura definitiva para estas tumoraciones benignas y el riesgo de reincidencia no supera el 3 %. No olvides acudir a consulta periódica y consultar con un especialista ante cualquier síntoma extraño.