Ciudad de México, 19 de marzo de 2025 – La próxima temporada vacacional se presenta como una de las fechas clave del año, donde muchas personas aprovechan para realizar escapadas turísticas de relajación y desconecte, sin duda, éste es un momento clave para que proveedores de experiencias de viaje y empresas enfocadas en servicios financieros revisiten sus diferenciadores y la manera en la que están conectando con los viajeros a través de sus propuestas de valor para el cliente y seguir siendo relevantes y competitivos.
De acuerdo con Deloitte, se predice que casi 90% de los viajes en 2030 estarán protagonizados por la generación X, millennials y la centennials, con las dos generaciones más jóvenes representando más de la mitad.
Durante la pandemia, las instituciones financieras se apoyaron en gran medida en los incentivos de devolución de dinero y en los sistemas basados en puntos para mantener la fidelidad de los clientes, lo que provocó una sobresaturación y una disminución de los beneficios. Cinco años después, los consumidores anhelan recompensas que vayan más allá del valor monetario, buscando experiencias que enriquezcan sus vidas y creen recuerdos duraderos. Con una demanda de viajes en alza, el valor que los consumidores otorgan a los viajes es evidente. Un estudio de American Express encontró que el 70% de los viajeros millennials y centennials está interesado en aquellas tarjetas de crédito que cuentan con una colección de beneficios viajeros en todo el mundo.
A diferencia de los incentivos tradicionales, las recompensas basadas en la experiencia aprovechan las conexiones emocionales y personales que los consumidores valoran cada vez más. La próxima generación de viajeros está favoreciendo este cambio, lo que refleja movimientos sociales más amplios que dan prioridad a las experiencias significativas y transformadoras frente a los beneficios transaccionales. Según un estudio de RateHawk, el 70% de los viajeros más jóvenes priorizan este tipo de incentivos únicos y fuera de lo convencional.
De acuerdo con Collinson International para los mexicanos (28%), los beneficios relacionados con los viajes y el acceso a las salas de espera de los aeropuertos es uno de los principales motores de la fidelidad de los titulares de tarjetas y una de las ventajas más valoradas.
Integrar componentes experienciales significativos en los programas de fidelización permite a las marcas de servicios financieros cultivar conexiones emocionales más fuertes con sus clientes. Además, mejoran la diferenciación de la marca e impulsan la fidelidad del cliente en un entorno cada vez más competitivo. Estas ofertas experienciales pueden abarcar desde eventos de entretenimiento y espectáculos exclusivos hasta ventajas de viaje de primera calidad, como el acceso a las salas VIP, donde más del 39% de los mexicanos tiene acceso con sus tarjetas.
Priority Pass, propiedad de Collinson International, se ha enfocado en atender las necesidades de los viajeros actuales. Como resultado, brinda a sus miembros acceso a más de 1,700 salas VIP de aeropuertos y experiencias de viaje en todo el mundo. Su objetivo es ofrecer una variedad aún mayor de recompensas y beneficios de viajes experienciales para sus miembros y clientes, desde salas de espera en aeropuertos y restaurantes hasta cápsulas para dormir, juegos y experiencias de spa. Durante el último año aumentaron alrededor de 60% el número de spas aeroportuarios en su red global, entre otras experiencias.
- Grand Elite Lounge (México, T1) – Un lounge con temática espacial.
- The Lounge (Cancún, T3) – Un lounge de dos niveles con diseño moderno, un bar envolvente en el primer piso y DJ por las tardes.
- The Lounge en alianza con Air Transat (Cancún, T4) – Incluye un taco bar donde los huéspedes pueden disfrutar de cocina local fresca.
- Hacienda Santa Lucia by TGLE (Felipe Ángeles Intl) – Un lounge espacioso que cuenta con un robot de servicio que lleva alimentos y bebidas a los huéspedes. Ganador del premio Innovador del Año 2024.
Dado que los viajes son más populares que nunca y que las nuevas generaciones de viajeros se sienten atraídas por las recompensas experienciales seleccionadas, éstas son una forma clave de fortalecer la participación del cliente y fomentar la lealtad a largo plazo. La utilización de estos beneficios, y la alineación con la evolución de las expectativas de los viajeros, posiciona a las marcas a la vanguardia de las preferencias de los clientes, lo que aumenta la eficacia de sus programas de fidelización y, en última instancia, aumenta el gasto de los titulares de tarjetas.