Las causas son diversas: hay personas que roncan cuando duermen boca arriba, después de beber alcohol o usar medicamentos, por ejemplo.

También están los que roncan por cambios anatómicos, como amígdalas grandes y paladar estrecho, o por factores como la obesidad, el tabaquismo, el embarazo y antecedentes de enfermedades alérgicas.

“El cambio de posición para dormir, la relajación de los músculos durante el sueño y los posibles puntos de estrechamiento determinan un cambio en el flujo de aire, dando lugar a diferentes ruidos -ronquidos- e incluso momentos en los que hay un bloqueo total de la entrada de aire, las apneas”, le explica a BBC News Brasil Edilson Zancanella, presidente de la Asociación Brasileña de Medicina del Sueño, coordinador del servicio de trastornos del sueño del Hospital das Clínicas da Unicamp y director de la Asociación Brasileña del Sueño

Se estima que aproximadamente la mitad de la población adulta del mundo ronca, y uno de cada 10 niños también lo hace.

“El ronquido es una señal de advertencia, un síntoma. Por lo general, el ronquido es una señal de que la vía aérea está obstruida, reducida de tamaño”, le dice a BBC News Brasil Luciane Mello, neumóloga e investigadora del Instituto del Sueño.

Además de los efectos directos e indirectos, también es necesario investigar la existencia de patologías, como la apnea obstructiva del sueño, una obstrucción de las vías respiratorias en la garganta que hace que la persona deje de respirar temporalmente (en casos severos puede incluso causar la muerte).

Sin embargo, aunque parecería que roncar es algo normal, no lo es, afirman los expertos.

Compañía “incómoda”
Es común que una persona descubra que ronca a través de otra persona, generalmente familiares o alguien con quien comparte el mismo espacio.

A menudo, esta compañía se siente incómoda, algunas buscan tratamiento y, en algunos casos extremos, incluso llevan a la separación de la pareja.

Vale la pena recordar que los hombres tienden a roncar más que las mujeres.

“Esto se debe a que su faringe es más grande y tiene mayor capacidad para colapsar. Las mujeres comienzan a roncar más después de la menopausia, en la fase climatérica, debido a la reducción de hormonas como los estrógenos y la progesterona”, explica Danilo Sguillar, otorrinolaringólogo coordinador del Departamento de Medicina del Sueño de la Asociación Brasileña de Otorrinolaringología y Cirugía Cervicofacial.

Pero los ronquidos no son solo señales de que algo anda mal o que conduce a problemas sociales con quienes duermen cerca.

La salud física, mental y social de quienes roncan también puede verse muy afectada.

Asociada a una noche inquieta, la mala calidad del sueño está relacionada con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, trastornos depresivos y otros problemas relacionados con la salud.