El 12 de julio se celebra el Día de la Heterocronía, con la finalidad de dar visibilidad y normalizar esta condición física que causa curiosidad y a menudo muchas dudas sobre su origen y consecuencias.

La heterocromía es un vistoso rasgo tan poco frecuente como una enfermedad rara, pero a diferencia de estas, no tiene que ver con problemas de salud. Sin embargo, las circunstancias concretas que originan esta peculiar condición física.

Esta condición se da tanto en humanos como en animales, como los perros y gatos, y no sólo es de que tengan los ojos de diferentes colores, sino que también pueden tener un ojo más “claro” que otro o sus iris “rasgadas”.

En la mayoría de los casos, esta condición de base genética es benigna y no acarrea ningún problema de visión y se da de nacimiento, sin embargo, también se conocen casos de que las personas adquieren esto con el paso del tiempo a causa de una enfermedad, de un traumatismo ocular o un trasplante de córnea.

La heterocromía ha causado asombro siempre y se dice que el primer caso de esto registrado en la historia fue en el año 350 antes de Cristo, cuando Aristóteles se refirió a ella como heteroglaucos, ya en el siglo I d.C, el emperador Anastasio I fue apodado Dicorus por tener un ojo negro y otro azul.