El noviazgo largo es una situación más común de lo que pueda pensarse. En ocasiones, asumimos que una pareja está casada porque ya tienen varios años viviendo juntos y comparten una rutina similar a la de un matrimonio. Pero en realidad, solo han decidido mantener su noviazgo por más tiempo.
Esta etapa es entendida como pasajera. Es decir, eventualmente deberá evolucionar y tomar un matiz más formal o, en su defecto, deberá finalizar. Sin embargo, en algunos casos las relaciones de noviazgo se extienden de forma indefinida.
Las causas son variadas. Por ejemplo, algunas parejas toman la decisión de mejorar su economía antes de avanzar en la relación. En este artículo veremos las ventajas y las desventajas de tener un noviazgo prolongado.
Ventajas de tener un noviazgo largo
En independencia de los estigmas sociales y de lo que muchas personas piensen acerca de los noviazgos largos, dicha situación puede ser la mejor alternativa para algunas parejas. A continuación veremos un listado con algunas de las ventajas de este tipo de vínculo.
1. Capacidad de establecer buenos acuerdos
Las parejas que han pasado un tiempo prolongado juntas son capaces de solventar situaciones adversas, dado que la decisión de estar juntos se ha impuesto ante los conflictos ineludibles de la vida en pareja. De allí se puede inferir que los acuerdos conjuntos para la convivencia han sido buenos.
2. Seguridad en el vínculo de pareja
Uno de los pilares fundamentales de toda relación es la seguridad. Por consiguiente, los novios que han permanecido juntos durante un tiempo largo tienen buenas bases afectivas.
Esto es que, en condiciones de una relación sana, pueden sentirse seguros el uno del otro y saber que seguirán avanzando.
3. Metas compartidas
Con el tiempo, las parejas comienzan a establecer metas en conjunto. A medida que las realizan, la relación adquiere fortaleza.
Sin embargo, en una pareja sana los integrantes son capaces de entender y aceptar que cada uno puede tener metas individuales en algunas áreas de su vida.
4. Aceptación familiar
Las relaciones de noviazgo largas suelen tener una buena aceptación por parte de la familia. Por ende, independientemente de las diferencias, el proceso de adaptación se termina llevando a cabo.
No es necesario caerle bien a toda la familia de nuestra pareja, pero si hará falta una cuota de tolerancia de vez en cuando.
5. Emancipación afectiva
La emancipación afectiva se refiere a la capacidad de amarse a uno mismo, aún estando en pareja. En concordancia, los integrantes de la relación tienden a alcanzar un buen nivel de autocuidado.
Esto es poder ser independiente en cuanto al bienestar y permitir que la pareja acompañe y complemente nuestra felicidad.
Desventajas de tener un noviazgo largo
Como no todo en la vida puede ser color de rosas, también es necesario tener en cuenta aquellos aspectos negativos de las relaciones de noviazgo prolongadas. Veamos a continuación un listado con algunas de las situaciones poco beneficiosas.
1. Problemas de adaptación a las rutinas
Uno de los principales contratiempos de una relación de noviazgo larga es la dificultad de adaptarse a ciertas rutinas. Cuando los novios pasan demasiado tiempo juntos sin que la relación trascienda comienzan los conflictos porque todo se ha vuelto rutinario.
En realidad, las rutinas no son un problema. Lo que ocurre es que existe una resistencia al cambio; a los seres humanos nos cuesta procesar que algunas cosas deben cambiar para mantenerse.
2. El amor romántico disminuye
Cuando las parejas llevan tiempo juntas es normal que el romanticismo disminuya; esto no implica que hayan dejado de amarse. Pero indica que es el momento de priorizar otros aspectos de la relación.
En este sentido, las parejas que basan la permanencia de la relación en el romanticismo presentan conflictos de manera continua.
3. La presión social se vuelve intensa
Una de las desventajas más características de las relaciones de noviazgo duraderas es la presión ejercida por las personas del entorno. Algunos amigos y familiares suelen hacer preguntas como: “¿ya tienen fecha para la boda?; ¿dónde se van a casar?; ¿tendrán hijos antes del matrimonio?”.
4. Dudas al respecto de la relación
Con el pasar del tiempo, las expectativas de la pareja suelen cambiar. En algunos casos estos cambios coinciden y en otros no es así.
Por supuesto, cuando las expectativas coinciden no hay problema alguno. Pero cuando uno de los integrantes quiere hablar de matrimonio y el otro no, los conflictos y las inseguridades están a la orden del día.
5. Miedo a perder la independencia
Es un hecho que algunas relaciones de noviazgo se prolongan por temor. Específicamente, el miedo a perder la independencia. Es decir, el matrimonio suele estar asociado con la disminución de la libertad.
Esto está vinculado a un estigma. Cuando las parejas están en la etapa del noviazgo aún se perciben a sí mismos como individuos libres. Por ello, en caso de que decidieran separarse no habría complicaciones mayores.
¿Cómo saber si el matrimonio es una buena opción?
Como hemos visto en este artículo, el noviazgo largo puede funcionar para algunas personas, mientras que para otras resulta insostenible. En este sentido, si tenemos dudas respecto al matrimonio, lo mejor será hacer una retrospectiva de la relación y evaluar cómo ha sido la dinámica en pareja.
Aquellas relaciones que funcionan bien al cabo de un tiempo prolongado tienen mayores probabilidades de mantener un matrimonio ideal. Al contrario, aquellas que demuestran una dinámica conflictiva a lo largo del tiempo tendrán más probabilidades de conflictos maritales.