Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El arquitecto Francisco González Pulido, nominado al premio Prix Versailles 2024 en la categoría de Aeropuertos, es el único mexicano entre los seis finalistas. Nacido en la Ciudad de México pero criado en Ciudad Victoria, Tamaulipas, González Pulido ha labrado una trayectoria única que lo ha llevado a dirigir su firma arquitectónica FGP Atelier en Chicago, Estados Unidos, desde donde ha desarrollado algunos de los proyectos aeroportuarios más importantes del mundo.
En entrevista exclusiva con El Mercurio, González Pulido refleja humildad y satisfacción ante esta nominación, que considera un hito en su carrera. “No es el primer aeropuerto que me toca hacer, pero sí es el primero en recibir nominación de Prix Versailles”, afirma.
Este premio no solo reconoce su habilidad técnica y creativa, sino que también pone en alto el nombre de México en la escena internacional, ya que es un arquitecto mexicano compitiendo al nivel más alto desde el extranjero. “Ser mexicano y recibir este reconocimiento en Estados Unidos, donde he desarrollado mi carrera, tiene una relevancia particular. Estamos llevando el nombre de México más allá de nuestras fronteras”.
La arquitectura de González Pulido es una fusión de arte y ciencia, algo que se remonta a sus años de formación. Estudió arquitectura en el Tecnológico de Monterrey, para después hacer su maestría en la Universidad de Harvard ; y aunque su amor por la arquitectura no fue un sueño infantil, encontró en ella la manera perfecta de combinar su inclinación por las matemáticas y las artes visuales. “La arquitectura me permitió unir mis dos grandes pasiones. Fue una decisión muy natural”, cuenta.
Su infancia y adolescencia en Tamaulipas fueron determinantes para su enfoque en la arquitectura. A través de su experiencia en Ciudad Victoria, donde observaba la falta de urbanismo estructurado en comparación con otras ciudades del país, se despertó su interés por mejorar el entorno urbano.
“Siempre me preguntaba cómo hacer mejores ciudades. ¿Qué se necesita para que las ciudades funcionen mejor para las personas?”, recuerda. Esta inquietud se tradujo en un enfoque muy humano en sus proyectos, algo que sigue siendo una constante en su trabajo hoy en día.
González Pulido es uno de los pocos arquitectos en el mundo que ha diseñado aeropuertos, una de las tipologías arquitectónicas más complejas. “Hacer un aeropuerto es como la prueba definitiva para cualquier arquitecto. Es un proyecto monumental que impacta no solo a los usuarios, sino a ecosistemas enteros. Es un reto técnico y humano enorme”, señala. Esta complejidad es lo que hace que solo unas pocas firmas en el mundo puedan enfrentar este tipo de proyectos, y González Pulido está entre ellas.
Su trayectoria internacional comenzó en 1999, cuando se mudó a Estados Unidos y comenzó a trabajar con Helmut Jahn, el célebre arquitecto alemán responsable de la expansión del aeropuerto de Chicago, un proyecto icónico en la historia de la arquitectura aeroportuaria.
“Trabajar con Helmut fue una experiencia formativa. Terminé siendo su socio y eventualmente presidente de la firma”, relata. Durante ese tiempo, González Pulido participó en varios proyectos importantes, como en el diseño de la ampliación de la terminal 1 de la aerolínea UNITED del aeropuerto O’ Hare de Chicago, el aeropuerto de Colonia en Alemania y el aeropuerto de Bangkok en Tailandia.
Francisco Gonzalez Pulido ha tenido logros muy importantes dentro de su trayectoria profesional ; siendo uno cuando participó en el concurso para el proyecto de la Nueva Casa Bolsa de Shanghai ( Shanghai International Financial Center) en donde participaron firmas prestigiosas como las oficinas de Norman Foster y SOM,, obteniendo FGP Atelier el primer lugar en un proyecto que tomó 7 años construir, con un costo de 2 billones de dólares y con 550,000 m2 de superficie total.
Casa Bolsa de Shanghai, China
Otra de las creaciones del arquitecto tamaulipeco , fue el diseño y construcción del estadio de beisbol de los Diablos Rojos del México, el cual tiene una superficie total de 50,000 metros . Este inmueble se localiza en la ciudad de México.
Estadio de beisbol de los Diablos Rojos , Ciudad de México
Recientemente , González Pulido desarrolló el complejo de departamentos Aguamarina Talismán en Mazatlan, Sinaloa. Ademas fue seleccionado en otro concurso internacional , dentro de los 3 primeros lugares de una lista de 48 arquitectos para diseñar la EXPO Mundial 2030 en Arabia Saudita.
Complejo de departamentos Aguamarina Talismán ,desarrollo con una superficie total de 130,000 metros de construcción
EL TRAYECTO HACIA EL PREMIO PRIX VERSAILLES
El camino hacia su actual nominación al Prix Versailles ha estado lleno de desafíos y éxitos. Participó en el diseño del aeropuerto de Texcoco, un proyecto en México que, aunque fue cancelado, fue uno de los concursos de arquitectura más complejos y ambiciosos del país. Posteriormente, su firma se encargó del diseño del aeropuerto de Santa Lucía, el cual fue construido por ingenieros militares pertenecientes a la la Secretaria de la Defensa Nacional del país ,un proyecto que le deja una satisfacción enorme dentro de su carrera.
Sobre la nominación, González Pulido se siente honrado de estar en compañía de algunas de las firmas más prestigiosas del mundo. “Estamos compitiendo contra titanes. Estas empresas tienen recursos inmensos, pero lo que nos diferencia es nuestro enfoque humanizado”, subraya. Su estudio, pone un énfasis especial en el factor humano dentro de sus diseños, algo que, según él, se refleja en el proyecto nominado.
La historia de Francisco González Pulido es la de un hombre que, desde sus raíces en Tamaulipas, ha logrado posicionarse entre los grandes de la arquitectura global. Con su nominación al Prix Versailles 2024, no solo representa a México, sino también una visión única de la arquitectura, donde el arte, la técnica y el ser humano convergen para crear espacios que trascienden lo funcional y lo estético.
Este premio podría ser un reconocimiento más en su brillante carrera, pero para él, el verdadero logro es haber hecho arquitectura desde la pasión y la dedicación, llevando siempre en alto el nombre de su país y su origen en Ciudad Victoria.
SU VISIÓN PARA EL AIFA
González Pulido compartió su visión detrás del diseño del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en Santa Lucía. En esta obra, buscó más que solo un espacio funcional; quería ofrecer una experiencia que conectara a los pasajeros con la esencia de México desde el primer momento que pisaran el aeropuerto.
Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)
Una de las innovaciones más destacadas de su diseño es la creación de la Plaza Mexicana, un área monumental más grande que el Zócalo de la Ciudad de México.
“En casi todos los aeropuertos del mundo, cuando llegas, te dejan en la banqueta, frente a mucho tráfico y ruido. Pero en Santa Lucía, creamos esta gran plaza, pensada para calmar al pasajero y darle un respiro del caos”, explicó. Esta área verde está diseñada para conectar a los viajeros con el entorno natural de México, con una vereda pavimentada y rodeada de vegetación que originalmente estaba planificada para ser cubierta, aunque esta parte del proyecto no se concretó.
González Pulido también mencionó que uno de sus objetivos principales era ofrecer un espacio que permitiera aprovechar las bondades del clima y la luz natural de México. El uso de grandes alturas, tragaluces y cristales hace que los pasajeros se sientan inmersos en un entorno más relajado y luminoso, ideal para reducir el estrés típico que se experimenta en los aeropuertos.
“Los aeropuertos se han convertido en los centros comerciales más grandes del mundo. Son más rentables que cualquier centro comercial. Lo que buscan las operadoras es que los pasajeros lleguen relajados, para que consuman y tengan una buena experiencia”, señaló. Parte de su diseño se enfocó en este aspecto psicológico, ofreciendo un ambiente que no reflejara el caos de la Ciudad de México, sino una transición suave hacia un entorno más amable.
Otro de los aspectos fundamentales del diseño del aeropuerto fue su enfoque en la sostenibilidad. González Pulido explicó que buscaba reducir al mínimo el consumo energético del edificio. “La idea era que durante el día no tuviéramos que encender las luces. La luz natural que entra es suficiente para iluminar los espacios”, detalló. Esto no solo contribuye al ahorro de energía, sino que también tiene implicaciones en la regulación térmica del edificio, ayudando a mantener temperaturas agradables sin depender tanto de sistemas de climatización artificial.
Finalmente, destacó una de las innovaciones más técnicas de la obra: el uso de aisladores sísmicos en la cimentación. Este sistema innovador está diseñado para proteger la estructura en caso de un sismo, algo crucial considerando que la Ciudad de México se encuentra en una zona de alta actividad sísmica. “Es una de mis mayores contribuciones técnicas al proyecto. Un sistema de cimentación ideal para zonas sísmicas como la nuestra”, finalizó diciendo.