Además de que son ricas en carbohidratos complejos y fibra dietética, lo que las hace una fuente de energía sostenida y beneficiosa para la digestión, tienen un bajo contenido en grasas, pero son ricas en vitaminas y minerales esenciales.
Contienen vitaminas del grupo B (B1, B2, B6 y ácido fólico) y vitamina C, además de minerales como potasio, magnesio, hierro y fósforo.
Sus principales beneficios son:
Energizante natural: Proporcionan energía de manera gradual, ayudando a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y evitando picos de glucosa.
Salud digestiva: La fibra dietética presente en las castañas mejora la digestión, previniendo el estreñimiento y favoreciendo la salud intestinal.
Antioxidantes: Las castañas contienen antioxidantes, como la vitamina C, que ayudan a combatir los radicales libres y reducen el riesgo de enfermedades crónicas, fortaleciendo el sistema inmunológico.
Cardiovascular: Con un bajo contenido en grasas y la presencia de ácidos grasos esenciales y antioxidantes, las castañas ayudan a la salud cardiovascular, reduciendo el riesgo de enfermedades del corazón.
Huesos fuertes: El calcio y el fósforo presentes en las castañas son buenos para mantener la salud ósea y prevenir enfermedades como la osteoporosis.
Relajación y salud mental: El magnesio en las castañas puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, promoviendo la relajación muscular y la salud neurológica.
Peso saludable: Su contenido en fibra y carbohidratos complejos ayuda a generar sensación de saciedad, lo que puede ser beneficioso para el control del peso.