Pues dijeron que al tomar muestras de sangre, heces y saliva de 33 jugadores de fútbol de la Universidad de Rice, los investigadores pudieron examinar el potencial de diagnóstico del microbioma intestinal.
Informaron que las contusiones cerebrales son producidas por la sacudida violenta del encéfalo contra la bóveda o la base del cráneo y sus irregularidades.
Dijeron que estas pueden crecer en las siguientes horas al trauma e incluso aparecer algunas que no eran evidentes de forma inicial, las cuales solían ser pequeñas y difusas y secundarias a una rotura vascular.
Pues según informaron los investigadores estos hallazgos demuestran que podrían desarrollar una prueba de diagnóstico simple y objetiva para rastrear el impacto de las conmociones cerebrales y señalar cuándo es seguro volver a la acción.
Dos médicas en específico demostraron que ciertas bacterias intestinales pueden ser usadas para rastrear el impacto de las conmociones cerebrales y el tiempo de recuperación.