Los investigadores del Departamento de Psicología de la URV desarrollaron esta investigación por medio de la investigación de 120 niños de entre tres y cinco años con el propósito de observar el desarrollo social y emocional.

Los niños se dividieron en dos grupos los que sí tenían mascota y los que tienen nulo contacto con los perros. Mediante cuestionarios dieron a conocer aspectos como interacción con adultos, expresión de los sentimientos, el afecto, la imagen propia, la interacción entre iguales, la cooperación y el papel social.

De acuerdo con la investigación los expertos constataron que los perros en casa ayudan a los menores en su desarrollo social y emocional, aunque no quiere decir que si los infantes no cuentan con la presencia de una mascota sea lento el aprendizaje.

Explican los expertos que el compromiso de tener a la mascota puede proporcionar a los niños beneficios en el área de expresión de sentimientos y en el área de colaboración.